Los dos primos Saboya se liaron a puñetazos tras la boda del Príncipe

La prensa italiana ha desvelado un desagradable incidente que ocurrió la noche de la boda de los príncipes de Asturias, el pasado 22 de mayo, pero que sólo ha trascendido ahora. El príncipe Víctor Manuel de Saboya, hijo del último rey de Italia antes de que se convirtiera en república por votación popular en 1946, sacudió dos puñetazos a su primo, el duque Amadeo de Aosta, saliendo del palacio de la Zarzuela. Les tuvo que separar Ana María de Grecia, mujer del ex rey Constantino, hermano de la reina Sofía, con la ayuda de un jeque egipcio. La breve reyerta tuvo lugar cuando ambos abandonaban la cena privada que los Reyes ofrecieron a 50 personas tras el fin de las celebraciones nupciales. Amadeo no respondió a la agresión y se limitó a regresar a su hotel, el Palace. Los dos no se hablan y no se habían encontrado todavía desde el enfrentamiento familiar desatado en noviembre del 2002. Todo ocurrió cuando el Estado italiano declaró el fin del destierro de Víctor Manuel y su hijo Manuel Filiberto por la complicidad de su familia con el régimen de Mussolini y permitió su regreso al país. Como significaba la renuncia a cualquier pretensión al trono, y el propio príncipe lo declaró expresamente, los monárquicos de la Consulta del Reino italiano, en señal de rechazo, declararon legítimo heredero de la corona a su primo Amadeo de Aosta. La afrenta quedó enquistada hasta el otro día. El incidente Amadeo y Víctor Manuel se habían visto de lejos en el hotel y habían intercambiado escuetos saludos, y probablemente el primero pensó que el rencor era cosa pasada. Por eso el sábado por la noche se acercó a su primo a la salida y, según algunos testigos, le dijo «adiós, Víctor, nos vemos», mientras le daba una palmada en la espalda. El príncipe reaccionó con ira y entre insultos le propinó dos golpes en la cara. «¿Pero Víctor, se da cuenta de dónde nos encontramos?», imprecó el duque mientras su primo le agredía. Luego la esposa de Víctor, Marina Doria, habría pedido disculpas a su pariente. Según el diario La Repubblica , el rey Juan Carlos ante la visión de la escena habría murmurado: «Nunca más». Esta semana el duque de Aosta sólo ha querido declarar que considera cerrado el incidente.