Reválida orevancha

VAMOS a ver si soy capaz de pergeñarles en unos cuantos breves análisis los grandes encuadres políticos de estas elecciones europeas, antes de que se precipite la recta final y nos acucie a todos el sinvivir de los cada vez más cercanos resultados del 13-J. Creo que debo empezar por el controvertido dilema de si estas elecciones son una reválida del 14-M o una revancha del mismo. Aunque a veces lo niegan, los dos grandes partidos han coadyuvado a avalar una de esas dos tesis, por supuesto el PSOE la primera y el PP la segunda. Aunque luego también es verdad que lo han mezclado todo y han incurrido en contradicciones inextricables. Lo primero que predicó el PP es que iban a ganar las europeas y que de esa manera se iba a demostrar que tenían razón cuando aseguraban que el resultado de las generales se debía exclusivamente a los atentados del día 11 y a los posteriores sucesos con ellos relacionados. Recordarán los lectores mis reiteradas advertencias sobre qué pasaba si perdían los comicios del 13 de junio y qué explicaciones globales nos iban a dar entonces. A las pocas semanas las encuestas empezaron a amargarle la vida al PP y a mostrar un horizonte político próximo según el cual no sólo el PSOE ganaría otra vez sino que incrementaría sustancialmente la ventaja. Ya no valía la explicación del principio. Curándose en salud, ahora matizaban los del PP que si volvía a ganar el PSOE sería exclusivamente porque las sociedades políticas tardan un tiempo en rectificar los errores cometidos. Todo, menos reconocer que lo del 14-M no fue un accidente sino la consecuencia de un cambio consciente y deseado por el electorado español. Si al final el PP ganase el 13-J, ¿modificaría de nuevo todas sus explicaciones anteriores? ¿Admitirían que se había producido la revancha que el PSOE les atribuía? Si gana el PSOE, ¿se hará el loco y dirá que nunca concibió estos comicios como una reválida de los anteriores? La verdad es que los socialistas, de una manera o de otra, siempre hablan de conseguir unos resultados dentro de la onda del 14-M, es decir, dentro del concepto de reválida, tantas veces negado. Así es la vida, como les decía el otro día, en un gran destello de originalidad.