Centros de tratamiento, plantas de transferencia y puntos limpios son las claves del proceso
La gestión provincial de residuos es esencial para el medio ambiente
Se prevé el año 2007 como tope para la puesta en servicio de todas las infraestructuras
La Estrategia Regional de Residuos tiene como objetivo concentrar en menos lugares la gestión de los residuos urbanos e impedir disgregar los agentes contaminantes estableciendo medidas superiores de seguridad en los depósitos de rechazo y técnicas de compostaje y de valorización energética con el fin de reducir la cantidad que vaya al depósito en vertedero. Se trata de implicar a Diputaciones y Ayuntamientos y supone, entre otras cosas, la creación de un Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) por provincia y la instalación de Plantas de Transferencia (PT) o almacenes intermedios entre la recogida en los municipios y el CTR. Su estratégica situación, guardando equidistancia con todo el territorio provincial, garantiza que la gestión de los residuos esté lo más cerca posible del lugar de procedencia. El Plan contempla también el sellado de todos los vertederos (controlados e incontrolados), cuya cifra es difícil de determinar, así como la instalación de Puntos Limpios, unos recintos dotados de contenedores específicos en los que depositar, de forma selectiva, los residuos generados en el ámbito domiciliario. Para cumplir la normativa, el borrador del Plan de Residuos Urbanos y Residuos de Envases 2004-2010, elaborado por la Consejería de Medio Ambiente, contempla la puesta en servicio de 12 CTR, 49 PT, 278 Puntos Limpios (49 grandes y 229 de tamaño más reducido), 1 Planta de Clasificación de Envases, y cerca de 5.000 contenedores de basura y otros tantos para recoger papel, cartón y vidrio. Soria ha sido la primera provincia en contar con un sistema de gestión centralizada de residuos. Además, están en funcionamiento los de Zamora, Segovia, Ávila norte y Valladolid. Próximamente entrarán en servicio los de León y Ávila sur, mientras que los de Palencia y Salamanca se encuentran en ejecución, al igual que las Plantas de Transferencia de Burgos. Así funciona el CTR Es el elemento central de la gestión de los residuos urbanos y en él se separan y clasifican las basuras para su posterior uso por otras industrias. El funcionamiento del proceso es, en síntesis, bastante sencillo. Una vez descargados los camiones procedentes de las Plantas de Transferencia, los residuos son conducidos por una cinta transportadora en la que se eliminan los objetos voluminosos, pasando a continuación por una criba rotatoria o trómel (90 milímetros de luz de selección) encargada de separar la materia orgánica, que seguirá un proceso distinto. Los materiales de mayor tamaño continúan por la cinta donde son recogidos de forma manual para, una vez prensados y empaquetados, ser derivados a otros procesos de producción donde servirán de materia prima (metales) o reutilizados (papel y cartón, plástico, vidrio). Al final, queda una fracción sin ningún tipo de aprovechamiento que será enviada al depósito de rechazos. Se trata de una parte imprescindible del CTR, que podrá estar físicamente en el mismo lugar o muy próxima a él. Los lixiviados producidos son recogidos por un sistema de colectores y gestionados en la propia planta. En cuanto a la materia orgánica, después de abandonar el trómel es transportada a los túneles de fermentación donde se realiza el compostaje dando como resultado una especie de mantillo, utilizado como abono agrícola, en el que se han integrado la mayor parte del nitrógeno así como la práctica totalidad de los oligoelementos y de los nutrientes minerales presentes en los productos iniciales.