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La federación de gais y lesbianas pide la dimisión del juez por sus declaraciones

De Parga cree «basura» las críticas a la Iglesia y los colegios religiosos

Defiende a los andaluces y dice que al cruzar Despeñaperros se respira de otra manera

Jiménez de Parga, ayer durante la presentación de la memoria

Publicado por
Alfonso Torices - madrid
León

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El presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, está dispuesto a marcharse como llegó: con polémica. En la presentación de la memoria anual de la institución, la última de su mandato, calificó de «auténtica basura» y de «canallada histórica» el clima general que detecta en los últimos tiempos de ataques a la Iglesia Católica y a los colegios religiosos. Jiménez de Parga, que en breve será sustituido tras nueve años como magistrado del tribunal, lanzó, sin que nadie le preguntara, un duro y sentido ataque contra las críticas a las instituciones cristianas, que «me causan tanto dolor» y que «no estoy dispuesto a tolerar», porque dijo estar «indignadísimo». Pese a la contundencia de sus palabras señaló que no iba a ser muy explícito por respeto el cargo que ocupa, pero advirtió de que cuando deje la presidencia «diré todo lo que pienso». No quiso concretar durante la rueda de prensa cuál era el origen de su indignación, apuntó más tarde, en privado, a un «clima generalizado» de ataques a la Iglesia y a otros elementos como la reciente obra de teatro Me cago en Dios o la película La mala educación de Pedro Almodóvar -que cuenta episodios de abuso sexual en un colegio de curas-. No precisó si también se refería a otras polémicas como la suscitada en torno a la clase de religión, pero sí quiso destacar que «estoy muy orgulloso de haber estudiado hasta los 12 años en un colegio de los Hermanos Maristas». Jiménez de Parga, hombre aficionado a las declaraciones polémicas, reafirmó en su comparecencia, esta vez a preguntas de los informadores, las declaraciones que realizó hace año y medio, que provocaron un enfrentamiento con la Generalitat de Cataluña y una demanda ante el Tribunal Supremo, que fue rechazada. El magistrado, para justificar lo injusto de la distinción entre comunidades autónomas históricas o no, señaló que en el siglo X, mientras en regiones de las llamadas históricas no se lavaban, en Granada -su lugar de nacimiento- había baños con «chorritos de colores». Insistió en que «es indiscutible que en el siglo X en Andalucía había más calidad de vida que en el resto de España» y comentó no saber por qué alguien pudo ofenderse por decir que los andaluces «son los mejores». El magistrado aseguró que sigue pensando igual y a modo de ejemplo precisó que al pasar Despeñaperros -el puerto que separa Castilla de Andalucía- «se respira de otra manera». El Consejo de Ministros debe designar en las próximas semanas a los dos magistrados que sustituirán a Jiménez de Parga y al vicepresidente Tomás Vives, por haber agotado ambos su mandato. Dimisión La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgt) pidió ayer la dimisión del presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga y consideró sus declaraciones de indignación por ciertas afirmaciones que se están realizando contra la iglesia y los colegios religiosos, son «indignas» e «impropias» de su cargo. La Federación considera en su comunicado que el presidente del Tribunal Constitucional ha sido el más «bocazas» e «insufrible» presidente del tribunal y «con sus comportamientos ha puesto en duda en muchas ocasiones la imparcialidad que se debe suponer a cualquier órgano jurisdiccional». La federación recuerda que Jiménez de Parga se atrevió a manifestar «la repugnancia que le provocaba la posibilidad de que una pareja de homosexuales pudiera adoptar menores. Los gais y lesbianas piden a Jiménez de Parga que «respete la institución» que preside y que «si quiere entrar en política, que dimita inmediatamente de sus responsabilidades».

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