El Gobierno prohibirá fumar en los centros de trabajo a finales del 2005

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, anunció ayer que su departamento pretende prohibir fumar en los centros laborales a finales de 2005. La prohibición se impondrá gradualmente, con un pacto con las organizaciones sindicales y con los empresarios, «de manera que haya un gran acuerdo en el sentido que no se pueda fumar en los lugares de trabajo». Las medidas comenzarán a aplicarse en el Ministerio de Sanidad, donde estarán en práctica «antes de terminar el año». De hecho, Salgado espera que, en lo referido al Ministerio, en el mes de octubre ya se habrá llegado a un acuerdo y se habrán hecho «las mínimas inversiones necesarias» para que los espacios destinados a los fumadores «estén efectivamente separados de resto y no contaminen el aire que respiran las personas que no desean fumar», según explicó a la entrada del Consejo de Sanidad que se celebró ayer en Luxemburgo. «La lucha contra el tabaquismo tiene que ser una lucha enérgica», agregó, aunque no quiso concretar si el gobierno subirá también los impuestos especiales sobre el tabaco. Elena Salgado no descartó que en un futuro la prohibición de fumar se extienda a todos los lugares públicos, incluidos bares y restaurantes, como ha ocurrido en Irlanda y en Suecia, pero anunció que la prioridad del gobierno está ahora en los centros de trabajo. Prestación a los turistas La ministra de Sanidad, Elena Salgado, reclamó ayer a la Unión Europea «compensaciones económicas» por atender a turistas y residentes comunitarios, porque considera insuficientes los 18 millones de euros que recuperó en este concepto el año 2003. «Es necesario establecer algún sistema de compensación de los gastos si no se quiere que los países que son muy receptores de visitantes puedan ver deterioradas sus cuentas públicas y afectada la capacidad financiera de su sistema de salud», defendió Salgado durante el debate que los ministros de Sanidad de los 25 realizaron sobre la movilidad de pacientes. España cuenta con el apoyo de todos los países que tienen un servicio universal de Sanidad financiado con los impuestos y no con contribuciones directas de los ciudadanos, como Suecia, Gran Bretaña, Bélgica o Francia. Estos países, según explicó la ministra, reclaman también que se establezca una «cartera de servicios básicos» común en toda la UE. Si un paciente extranjero solicita una atención que esté por encima de las previstas en este catálogo, «se exigiría un examen previo y la garantía de la compensación de ese gasto». Las urgencias se atenderían de forma inmediata, sin necesidad de autorización previa. Elena Salgado reclamó además que los servicios de salud se excluyan de la directiva de servicios del mercado interior que se está negociando en estos momentos porque no quiere que tengan consideración económica. Los Veinticinco decidieron ayer además reforzar la creación del Grupo de alto nivel sobre servicios sanitarios.