Los zumos de cítricos previenen el cáncer y reducen el colesterol malo

Los zumos de fruta son una excelente fuente de nutrientes y energía para el organismo. Aportan agua, vitaminas (vitamina C y carotenos), antioxidantes, energía en forma de azúcares (fructosa) y minerales (fósforo, potasio, magnesio y calcio). Es una bebida ideal para personas de todas las edades, especialmente recomendada en niños, adolescentes, personas enfermas, ancianos y deportistas. Un vaso de zumo equivale a una de las 2-4 raciones diarias de fruta necesarias para mantener una dieta sana y equilibrada, aportando una buena dosis de energía, vitaminas y minerales. Los zumos de fruta recién exprimida deben beberse rápidamente para evitar la pérdida de nutrientes y la alteración del sabor y color. Un zumo de naranja recién exprimido aporta unos 50-60 mg/100g de vitamina C y su contenido calórico es de aproximadamente 100 Kcal. Expertos en nutrición aconsejan beber cada día 100-150 mg de zumo puro. Actualmente los zumos elaborados mediante procesos industriales son de excelente calidad y conservan la totalidad de vitaminas y minerales. Se considera una alternativa saludable al consumo de bebidas refrescantes que son más calóricas y menos nutritivas. El etiquetado A la hora de comprar zumos de fruta conviene leer bien las etiquetas. En la Unión Europea una directiva define el zumo de fruta como «el zumo obtenido de la fruta mediante procesos mecánicos, fermentable pero sin fermentar, que tiene las características de color y sabor típicos de la fruta de la que procede». La definición se ha ampliado para «incluir al producto obtenido a partir de un concentrado, que debe poseer las características sensoriales y analíticas equivalentes al zumo obtenido directamente de la fruta». En el mercado encontramos diferentes tipos de zumos -zumo de fruta, puro zumo o zumo natural, zumo de fruta concentrado, zumo 100%, zumo de fruta deshidratado, néctar de frutas, zumo enriquecido- que se diferencian unos de otros en los ingredientes utilizados y en los procesos de elaboración de los mismos. Los zumos, ya sean naturales o comerciales, se diferencian de la fruta fresca en el bajo contenido en fibra y en un mayor contenido en azúcares. El pomelo, un antioxidante L os zumos de pomelo y de naranja contienen una gran cantidad de flavonoides, sustancias antioxidantes, que reducen el «colesterol malo» o LDL en la sangre, evitan su depósito en las paredes de los vasos sanguíneos, mejoran la circulación y ayudan a prevenir el cáncer. El zumo de pomelo tiene una elevada cantidad de vitamina C que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y beta-carotenos que tienen una gran capacidad antioxidante. Además, los zumos de cítricos poseen ácido fólico que reduce los niveles de homocisteína en sangre. Estudios científicos demuestran que altos niveles de homocisteína en sangre son un factor de riesgo importante para el padecimiento de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y trombosis. El consumo de zumos de fruta debe ir acompañado por la ingesta diaria de frutas y verduras frescas que proporcionan nutrientes indispensables para prevenir enfermedades cardiovasculares.