El Rocío de Camposagrado

Un año más, la tradicional romería de Camposagrado se convirtió en el centro de atención de la provincia de León, que agolpó a más de 5.000 romeros que no quisieron perderse las tradiciones más arraigadas, en un día caluroso y emotivo, en el que pudieron disfrutar de una jornada de fiesta y devoción. Los juegos populares, la exaltación del folclore leonés, la exhibición de avicultura artística y el espectáculo de doma y dominio de caballos, a cargo del centro ecuestre de Manuel Mirantes, fueron el colofón final a una jornada meramente tradicional en honor a la virgen de Camposagrado. El acto litúrgico y la procesión con la imagen de Nuestra Señora de Camposagrado, a hombros por las campas que bordean el santuario fue el acto más destacado de la rogativa. La celebración eclesiástica estuvo presidida por el vicario general de la diócesis, Antonio Recio, y concelebrada por otros quince sacerdotes. Antes de la liturgia, el párroco de Rioseco leyó el pregón de Antonio Viñayo en el que resaltó que «la romería de Camposagrado es una fiesta conmemorativa con la exaltación de las mejores y más profundas tradiciones de la tierra leonesa, recuerdo de lo más selecto del folclore leonés, que identifica a nuestros pueblos y une a las generaciones a través de los milenios. Es una fiesta de juegos populares con raíces en el fondón de los tiempos: cantos, danzas, dulzainas, representaciones teatrales, los mismos o similares que animaron las fiestas de nuestros antepasados, desde que el hombre pisó estas campas y rañas». Exhibición de caballos Pero junto al pregón de Antonio Viñayo también destaca este año la exhibición ecuestre que acogió con numeroso éxito el centro estribo de Manuel Mirantes. «Hasta la estampa emblemática de los caballos vienen a solemnizar la fiesta. Son los retoños de aquellos legendarios asturcones, de corta alzada, cascos de goma con dos jinetes al lomo, que lograron acosar a las legiones romanas y crearon las temibles gerrillas que tanta fama han dado a los hispanos a lo largo de los siglos». Los miles de romeros arroparon con devoción y fiesta a la virgen de Camposagrado en el que también estuvieron presentes diversas autoridades de los tres ayuntamientos organizadores del evento, Cuadros, Rioseco y Carrocera, además de otros diputados y autoridades provinciales. En definitiva, una tradicional romería que cada año congrega en el santuario mariano a los más devotos para honrar a la virgen de Camposagrado.