Cerrar

Trece millones de personas, dos de ellos europeas, pasan sus vacaciones en hoteles flotantes

Una polémica hipótesis prevé un importante descenso térmico en Europa Un buque crucero genera diariamente más de 1.000 toneladas de residuos

Cada uno de ellos consume como 12.000 vehículos, pero contamina 50 veces más

Publicado por
F. González T. Gómez - león león
León

Creado:

Actualizado:

Según se recoge en una controvertida teoría, el cambio climático podría provocar en las próximas décadas la descongelación del Ártico y variar el régimen de lluvias lo que daría lugar a una alteración de las corrientes atlánticas que moderan el clima europeo y, en el peor de los casos, a cubrir de nieve parte de Europa occidental. El funcionamiento de las corrientes superficiales es básicamente muy simple. Almacenan calor en el ecuador y lo transportan hacia los mares árticos donde se enfrían, se hunden y vuelven al punto de partida. Por eso, si desapareciese la corriente cálida Gulf Stream, que nace en el Caribe y llega a Europa, su influencia se notaría en todo el continente, incluida la península Ibérica. Distintos estudios demuestran que en las últimas décadas la corriente atlántica tiene más dificultades para hundirse y regresar a zonas tropicales debido a que su salinidad y densidad es menor por el aporte de agua dulce procedente tanto del deshielo ártico como del aumento de la pluviosidad y del caudal de los ríos siberianos. Sin embargo, los expertos no se ponen de acuerdo en cómo sería el cambio, si es que llega a producirse. Así, mientras algunos hablan de una brusca «miniglaciación», gran parte de la comunidad científica cree el cambio será progresivo, que la corriente se debilitaría, dejaría de llegar tan al norte y el calentamiento global contrarrestaría en parte ese enfriamiento. En cuanto a la duración, creen que es posible que se rehiciese rápidamente porque el enfriamiento del Atlántico podría originar una disminución de las precipitaciones y un aumento de la salinidad, por lo que la «miniglaciación» sería un paréntesis de pocos años, hasta que se recuperase un nuevo equilibrio. La compañía de cruceros Royal Caribbean, una de las más importantes del mundo, se ha comprometido a implantar en toda su flota antes del año 2008 la tecnología más avanzada en el tratamiento de aguas residuales, comprometiéndose de esta forma a la preservación y protección de los océanos. La decisión ha sido tomada tras la campaña iniciada en julio de año pasado por la organización conservacionista Oceana en la que denunciaba que los vertidos de estas «ciudades flotantes» convierten a los mares en auténticos vertederos poniendo en peligro sus ecosistemas. El turismo de cruceros se ha incrementado en las últimas décadas y, en la actualidad, se calcula que unos 13 millones de personas pasan en ellos sus vacaciones (unos 2 millones son europeos), generando unos beneficios que superan los 17.000 millones de euros. La industria de cruceros se acerca a los 300 buques y se prevé que en el año 2010 el número de pasajeros que utilicen estos servicios supere los 20 millones de personas. En la actualidad, hay 36 líneas de crucero que ofrecen sus servicios en Europa. El 60% de los destinos sigue siendo el Caribe, seguido del Mediterráneo. En España, el puerto de Barcelona es el que registra más pasajeros (834.000), seguido de los de Baleares (774.000) y Tenerife (340.000). Todo tipo de contaminantes Se calcula que un buque crucero con capacidad para unas 2.000 personas puede generar diariamente 1.000 toneladas de residuos, de las que unos 800.000 litros pertenecen a aguas grises (duchas, lavabos, piscinas, lavadoras), 100.000 a aguas negras (fecales, restos orgánicos) y 20.000 a aguas oleosas de sentinas (de los motores y turbinas), a los que hay que añadir unos 10.000 kilos de residuos sólidos y otros 100 de residuos tóxicos (tintorerías, pinturas, productos farmacéuticos). Otro problema añadido son las aguas de lastre que pueden verter los buques, unos 70.000 litros al día, con el riesgo añadido de introducir especies invasoras en los ecosistemas, especialmente dinoflagelados (causantes de las mareas rojas) y patógenos. Según se indica desde Oceana, la contaminación atmosférica es otro de los graves problemas ambientales ya que el consumo de combustible de un crucero equivale al de 12.000 vehículos, con el agravante de que su contaminación es 50 veces superior debido a la baja calidad del fuel que utilizan muchos de ellos para reducir costes, compuesto por los residuos de hidrocarburos más pesados que quedan tras el refinado del crudo para producir combustibles de mayor calidad, como gasolina o fuel ligero. La contaminación atmosférica también viene provocada por la incineración de parte de las basuras habiéndose detectado sustancias tóxicas (PCB, dioxinas, furanos) en los humos de la combustión.

Cargando contenidos...