Diario de León

La presunta asesina justifica su acción con el argumento de que su marido la maltrataba

Ingresa en prisión la mujer que envenenó a su familia en Melilla

Francisca B. M. confesó a la policía la historia cinco días después de morir su hija

Francisca B. M. (cubierta) es conducida por la Policía a declarar a los juzgados de Melilla

Francisca B. M. (cubierta) es conducida por la Policía a declarar a los juzgados de Melilla

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Sara Sanz - melilla
León

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Francisca B. M., acusada de envenenar y causar la muerte de su marido y de su hija de 15 años, ingresó este miércoles en la prisión de Melilla por orden del Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 5, después de llegar vestida de negro, con el rostro cubierto, y de prestar declaración durante tres horas. La detenida ingresó en la cárcel tras pasar dos días en la Comisaría Provincial de Melilla donde confesó que estuvo suministrando un producto farmacéutico a su marido y sus dos hijos con el fin de envenenarlos. Francisca confesó esta espeluznante historia cinco días después de que falleciera su hija Sandra G., de 15 años, y siete meses después de que lo hiciera su marido. Su hijo, de 12 años, es el único superviviente de las dosis que su madre le suministraba en la comida, y continúa recuperándose en el Hospital Comarcal del mismo cuadro de intoxicación que provocó la muerte de su hermana. Francisca B.M. justificó su comportamiento diciendo que su marido, funcionario de la Administración Central del Estado que desempañaba su labor en la frontera con Marruecos, «era alcohólico y la maltrataba, además de que le hubiera amenazado con abandonarla». Los vecinos manifiestan su sorpresa ante lo ocurrido aunque aseguran que hacía bastantes meses, sobre todo a raíz de la muerte del marido, que los hijos de Francisca presentaban «un aspecto enfermizo» y «estaban demacrados». Francisca B. M. llevaba al menos dos años ejecutando su macabro plan cuyos resultados comenzaron con la muerte de su marido, el pasado siete de enero, de una inesperada «muerte súbita». Su fallecimiento se produjo días después de que todos los miembros de la familia, a excepción de Francisca, ingresaran en el Hospital Comarcal de Melilla a consecuencia de una fuerte intoxicación. Ella aseguraba que todo se debía a una fumigación que habían realizado en su casa. La salud de Sandra y de su hermano Antonio fue empeorando. Según fuentes del Instituto en el que estudiaba, la madre siempre avisaba de que su hija no iba al colegio por «problemas de gastroenteritis y depresión». El viernes Sandra ingresó en el Hospital Comarcal con el hígado destrozado a consecuencia de una intoxicación impropia de su edad y «en un estado lamentable y muy sucia», lo que motivó que se le practicara la autopsia. Según fuentes hospitalarias, se han enviado al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid muestras del cadáver de la joven para analizarlas. Se baraja exhumar el cadáver de su padre para comprobar la relación.

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