Una boda por derecho

?odas son bodas reales En la mente de todos está la reciente boda real, esa que todos dicen que fue el enlace del siglo. Sin embargo, cada boda tiene a su príncipe y a su princesa. La ilusión de un día como este, a pesar de la energía que hay que invertir durante casi un año para organizarla, hace que además de los novios todos, durante unas horas, se conviertan en partícipes de un verdadero encuentro real. Ayer dieron el «sí quiero» Palmira Rodríguez y José Joaquín Jerez, en la iglesia de San Marcos. Ella, hija del juez José Rodríguez Quirós, iba de blanco, él de chaqué. No sabemos si fue Pertegaz el diseñador del vestido, pero la novia brilló en la explanada de San Marcos. Un escote barco, con tres lorzas en el pecho y completamente liso, hasta la cola. La sencillez puede ser el mejor síntoma de la elegancia. Del pelo, con un medio recogido, salía una toquilla que cubría los cabellos rubios de Palmira Rodríguez. Los invitados, como manda el protocolo, de riguroso chaqué para acompañar al novio en uno de los días más importantes de su vida. Las invitadas, elegantísimas, como exigía la ocasión. Después, como es tradición, el ágape, el momento en el que todos los invitados se sientan a la mesa. Palmira y José Joaquín no salieron del entorno de San Marcos y la comida se celebró en el hostal. Todos los convidados disfrutaron de los platos que los novios les brindaron. De postre, tarta y cava para desear a la pareja años de salud y de feliz vida en matrimonio.