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El galardón de Ciencia recayó en cinco oncólogos, entre ellos el español Joan Massagué

El Príncipe de Asturias premia a la investigación contra el cáncer

El jurado destaca que los galardonados han abierto nuevas vías para combatir el mal

Publicado por
agencias / redacción | león
León

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Un grupo de cinco oncólogos que el jurado considera que «se sitúan en la vanguardia de la lucha contra el conjunto de enfermedades conocidas como cáncer» obtuvo ayer el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2004 fallado en Oviedo. Los galardonados son el español Joan Massagué; el británico Tony Hunter, y los estadounidenses Judah Folkman, Bert Vogelstein y Robert Weinberg. Todos ellos residen en Estados Unidos y, si bien han colaborado entre sí en algún momento de sus investigaciones, no forman parte de un equipo común. Es más, el jurado precisa que cada uno de ellos ha realizado su aportación a la lucha contra el cáncer desde «distintas líneas de investigación». La decisión fue adoptada por unanimidad, según explicó el presidente del jurado, el biólogo español Julio Rodríguez Villanueva. La candidatura había sido propuesta por el ex presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, César Nombela. El jurado destaca de estos cinco oncólogos «el enorme im-pacto de su producción investigadora, así como el gran valor de sus trabajos, determinantes para el conocimiento de las bases del cáncer y el desarrollo de nuevas líneas para su tratamiento». También resalta que con la concesión del premio se quiere «reconocer el esfuerzo de tantos investigadores que, en todo el mundo, se afanan en la prevención y tratamiento del cáncer, entre los cuales estos cinco científicos desempeñan un liderazgo». El barcelonés Joan Massagué, que en la actualidad dirige el departamento de Biología Celular y Genética del Memorial SloanKettering Cancer Center de Nueva York, subrayó ayer que el premio supone un «reconocimiento a toda la comunidad oncológica». En este sentido dedicó el galardón a las «miles de personas que pertenecen a la comunidad oncológica, que hoy mismo se han levantado para seguir luchando contra esta enfermedad y conseguir que cada día acudan menos pacientes». En declaraciones a Radio Nacional de España recogidas por Europa Press, Massagué se felicitó por el premio y valoró su importancia puesto que ha sido otorgado por «una entidad que no es científica de especialistas en el campo, sino primordialmente pública y ciudadana de España». Terapia en 10 años Este bioquímico, que es uno de los investigadores biomédicos más citados en las revistas científicas, declaró recientemente en una entrevista concedida a este periódico que «en cinco o diez años habrá una nueva terapia contra el cáncer», ya que «no es una enfermedad imposible». Judah Folkman, considerado como el padre de la angiogénesis, también manifestó que se sentía «muy honrado» por haber recibido el galardón. Otro de los premiados que ha-bló ayer fue el oncólogo Robert Weinberg, quien se congratuló de que sus experimentos sean reconocidos «más allá de los límites estrechos de un laboratorio de investigación». Subrayó que el Príncipe de Asturias es uno de los reconocimientos «más prestigiosos del mundo», por lo que dijo sentirse «adulado más allá de las palabras». En esta edición del Príncipe de Asturias de Investigación Científica, dotado con 50.000 euros y una escultura, concurrían 45 candidaturas procedentes de catorce países. Cesar Nombela, catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense y director de la «Cátedra Extraordinaria de Genómica y Proteómica» destacó la importancia de los oncólogos que recibieron hoy el Premio Príncipe de Asturias en la introducción de terapias basadas en interferir los mecanismos de producción del tumor.