El encuentro se disputa en la capital portuguesa y desde primeras horas la marea roja ha inundado las calles de Lisboa y se ha retratado delante de los principales monumentos.
La afición llega con ansias de "calentar" en encuentro de Oporto. El calor despierta los instintos de la furia roja que emplea todas sus armas para levantar el ánimo al equipo.
Hay quienes se ponen la Eurocopa por montera y se echan a la calle a gritar «Soy español» a lo que el resto de las aficiones replican: «Oleeeeee».
Sólo metimos un gol, pero el graderío lo celebró como si se tratase de una final...
....a bombo (el de Manolo)....
...y a voz en grito en la calle. La megoafonía se quedó corta para escuchar los gritos de la afición roja, y eso que en estas imágenes, el encuentro aún no había comenzado.
La equipación de la afición española en nada tiene que envidiar a los modelos superfashion llegados de Italia o Suecia.
Hasta los más pequeños aprenden a cantar goles de la selección. Y que sean muchos más.