Colombianos, iraquíes y sudaneses son los refugiados que viven la peor crisis humanitaria
España sólo aceptó 300 de las 6.500 peticiones de asilo del 2003
Cruz Roja y Amnistía Internacional culpan «al afán por afrontar el problema de la inmigración ilegal» Ange
España aceptó en el 2003 sólo 300 de las más de 6.500 solicitudes de asilo de refugiados, como denunció ayer el presidente de Amnistía Internacional (AI), Esteban Beltrán, quien destacó la situación de refugiados colombianos, iraquíes y en concreto de sudaneses, que viven «la peor crisis humanitaria». El portavoz de AI consideró que «con la excusa de la inmigración se impide el asilo a muchas personas», al igual que criticó la responsable de Cruz Roja, Marisa Jarandilla, quien afirmó que el pasado año el número de refugiados en España descendió, en parte, por el «afán» de afrontar el problema de la inmigración ilegal. Beltrán denunció ayer, con motivo del Día Mundial del Refugiado,que las cifras demuestran que «los países europeos están limitando el derecho de asilo». Reconoció que la situación ha ido a peor y que en Europa y en España «el asilo de refugios es desgraciadamente un peligro de extinción», ya que «con la excusa de combatir la inmigración, impiden que personas que legítimamente huyen de la represión puedan entrar en el país». Así, añadió que «en Europa y en España más del 80 por ciento de la gente que pide asilo, le es rechazada en frontera e inadmitida a trámite, a veces sin analizar con profundidad su situación». A modo de ejemplo de está situación, mencionó que «curiosamente ninguna persona que viene en patera pide asilo» o que un gobierno como el británico, dentro del marco de la Unión Europea, quiere idear «campos de refugiados fuera de las fronteras de la UE para meter a todos los solicitantes de asilo allí». Como consecuencia de todo esto, según añadió, a la Unión Europea llega muy poca gente en régimen de asilo o refugio en comparación con la que se traslada a países pobres debido a que en la mayoría de los casos «conseguir asilo o refugio en los países ricos es una carrera de obstáculos». Beltrán destacó que las principales víctimas en este caso «son mujeres y niños que viven de conflictos armados, de guerras interminables, de la represión, de la pobreza y que básicamente residen en países pobres o en vías de desarrollo».