El tráfico del fin de semana altera la actividad normal del águila imperial ibérica Un programa de riberas urbanas integra a los ríos en las ciudades

Aunque son conocidos los efectos negativos del turismo para la fauna silvestre, también influye sobre ella el tráfico, tal y como se recoge en un estudio realizado por biólogos del Museo Natural de Ciencias Naturales, del Instituto de Investigación en Recursos Energéticos (Toledo) y de las Universidades de Castilla-La Mancha, Complutense y Autónoma (Madrid). Según concluye el documento, la intensidad del tráfico durante los fines de semana está alterando la actividad normal de algunas especies de aves y, entre ellas, del águila imperial ibérica, en peligro de extinción. La investigación se llevó a cabo en un tramo de 19 kilómetros de la M-501, la llamada carretera de los pantanos, que atraviesa una Zona de especial Protección para las Aves (ZEPA) en la que se han inventariado 18 especies de rapaces, y consistió en registrar si eran distintos los movimientos de las aves dependiendo de los días, laborables o festivos. Los biólogos pudieron comprobar que tres especies (águila imperial, buitres negro y leonado) cambiaban sus hábitos de comportamiento los fines de semana utilizando con menor frecuencia las inmediaciones de la carretera y restringiendo su actividad a zonas más alejadas y con poco tránsito. En este sentido, afirman que lo natural es que la actividad de la fauna tenga ciclos anuales, otoñales o de varios años, pero que no es natural que esos ciclos sean semanales. Aunque reconocen que son necesarios más estudios para sacar conclusiones, está demostrado que el aumento del tráfico en la M-501 limita los movimientos de esas especies y recomiendan la búsqueda de alternativas para desviar la circulación fuera de esta ZEPA. El Programa de Riberas Urbanas de Castilla y León 2000-2006, firmado entre la Junta (Consejería de Medio Ambiente) y el Ministerio de Medio Ambiente tiene como objetivo la recuperación de los ríos para el uso de los ciudadanos y su integración en las ciudades, superando la visión tradicional que les consideraba como una barrera natural a la comunicación. Las actuaciones que se realizan, además de mantener los márgenes en condiciones idóneas y evitar los efectos de las avenidas, pretenden compatibilizar la naturalidad del río, su integración en la trama urbana y el tratamiento de las riberas para que se conviertan en un lugar más donde disfrutar del ocio y el tiempo libre. Las soluciones son diseñadas por los ayuntamientos afectados por ser quienes mejor conocen las necesidades y problemática a resolver, y su gestión, licitación y dirección técnica corre a cargo de la Sociedad Estatal Aguas del Duero. La inversión prevista en el Programa supera los 96 millones de euros y se materializa en 21 actuaciones distribuidas en 17 localidades que comprenden, además de las nueve capitales de provincia, las ciudades de Almazán, Aranda de Duero, Barco de Ávila, Cervera de Pisuerga, Ciudad Rodrigo, Medina del Campo, Puebla de Sanabria y Valencia de Don Juan. Ante la aceptación y el interés social alcanzado, se plantea la apertura de un nuevo Programa de Riberas Urbanas 2004-2007, que se centraría en localidades como Alar del Rey (Palencia), Alba de Tormes (Salamanca), Arévalo (Ávila), Carrizo de la Ribera (León), Lerma y Melgar de Fernamental (Burgos) o Langa de Duero (Soria), con un coste estimado de más de 100 millones de euros. Así están las obras En la actualidad, se han concluido siete actuaciones, que han supuesto una inversión superior a 40 millones de euros. Se trata de las realizadas en los ríos Bernesga y Torío (León), Carrión (Palencia I), Tormes (Salamanca I y II), Duero (Zamora), Pisuerga (Valladolid I), y Duero (Almazán). A lo largo de los próximos meses, y si se cumplen los plazos previstos, se prevé la conclusión de otras ocho obras cuyo coste asciende a más de 22 millones de euros. Así, en este mes de junio se ultimarán las del Pisuerga (Valladolid II), en julio las del mismo río pero en la localidad palentina de Cervera de Pisuerga y, en agosto, las del Zapardiel (Medina del Campo). En septiembre, está previsto entregar las del Esla (Valencia de Don Juan), y en noviembre las del río Chico (Ávila). Para los primeros meses del año 2005 se esperan terminar las actuaciones que se realizan en el Tormes (Barco de Ávila), Vena (Burgos) y Duero (Aranda de Duero). Además, hay dos obras cuyos convenios se firmaron este mismo año y están pendientes de ejecución, que afectan a los ríos Duero y Tera a su paso por Zamora y Puebla de Sanabria. Por último, desde la Consejería de Medio Ambiente se afirma que en este ejercicio esperan firmar los cuatro acuerdos de colaboración que quedan pendientes y que afectan a la recuperación de las riberas de los ríos Vena (Burgos II), Águeda (Ciudad Rodrigo), Carrión (Palencia II) y Eresma (Segovia), con un presupuesto de 20 millones de euros.