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Un gasóleo con carácter marcadamente deportivo cuya tarifa se abre a partir de 27.270 euros1397124194

Volvo lanza un V50 turbodiésel de 136 caballos y excelente dinamismo

Bien equipado, con un cambio manual de seis velocidades y con la ayuda del control de estabilidad 1397124194

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Javier Fernández - león
León

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El renovado escalón de acceso a los catálogos del fabricante sueco se declina ahora en un moderno turbodiesel (136 caballos de potencia) capaz de satisfacer las exigencias familiares de quines gustan de un modelo más grande que su antecesor (el V40) y con mejores condiciones dinámicas que emanan de la adopción en serie del control dinámico de estabilidad (DSTC), con lo que el V50, que se asienta sobre la heredada plataforma del Focus C-Max (no se olvide que Volvo orbita en Ford), se presume como una de las grandes apuestas del fabricante en un segmento en alza. Este cuatro cilindros, firmado conjuntamente por Ford y PSA, solidario con un excelente cambio manual de seis marchas, puede presumir, en la envoltura de nuestro protagonista, de unas cartas de presentación más que notables: 9,6 segundos en aceleración de cero a cien (210 por hora de punta) y, lo mejor, con unas cifras de consumo tan contenidas -para la casi tonelada y media de peso a mover- como lo son sus 5,7 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros. Consecuencia: un coche tan atractivo en lo estético como efectivo en lo dinámico. En relación a su hermano mayor el V70, el nuevo V50, que hace algunas fechas ha comenzado a desembarcar en los concesionarios, hace gala de unas formas estéticas mucho más redondeadas y atractivas que lo que venía siendo norma en los diseños de Volvo hasta no hace tanto; las aristas han dejado paso a las voluptuosidades y las ayudas electrónicas se ponen de manifiesto en el sofisticado sistema DSTC, que engloba los controles de tracción y estabilidad y sin que su «intrusismo» haga acto de presencia cada dos por tres, de forma que el conductor sea capaz precisamente de eso... conducir sin «intrusiones», salvo que las circunstancias lo requieran realmente. La carrocería, aún tratándose de un familiar, no presenta los molestos balanceos inherentes a tal condición -se diría que estamos más bien ante un deportivo que al volante de un puro familiar- y con unas sensaciones muy nobles en la generalidad de su comportamiento que acaban por traducirse en una evidente facilidad de conducción. El sistema EBA de asistencia a la frenada de emergencia, el climatizador automático, los retrovisores eléctricos, asientos con regulación en altura y el equipo de audio con cedé, son algunos de los elementos más significativos en su dotación de serie. En suma, un excelente confort de marcha para un coche, el V50, que puede presumir, en su versión gasóleo, de una de las mecánicas turbodiesel medias con mejores resultados prácticos.