Ortega y otros periodistas nacionales y extranjeros cubrían la manifestación a las 14.00 (hora local).
Cuando la marcha llegaba a las inmediaciones del Palacio Presidencial, se produjo el tiroteo.
El cuerpo de Ricardo Ortega quedó tendido varios minutos en la calle sin que nadie pudiera hacer nada por socorrerlo, ante la amenaza de los agresores.
El periodista español recibió un disparo en el tórax y otro en el abdomen que le produjeron heridas muy graves.
Cuando los atacantes huyeron, varias personas y compañeros informadores recogieron a Ortega, malherido, y lo trasladaron a la clínica de Canapé Vert.
Ortega murió en el hospital, cuando los médicos se disponían a intervenirlo quirúrgicamente de la herida de bala que presentaba en el pecho.