Diario de León
Publicado por
LUIS ARTIGUE
León

Creado:

Actualizado:

EL DEBATE sobre el Estado de la Comunidad de Castilla y León ha sido esta vez más largo que una rectotomía sin anestesia. Largo y reiterativo porque los mandatarios, como los sofistas griegos, suelen defenderse repitiendo lo mismo de mil maneras diferentes. Así se perciben sus soliloquios, encuentros, encontronazos¿ Sin políticos ilustrados todos estos debates, televisados o no, son el mismo repetido. Pongo esta semana La 2 como quien abre una ventana, miro de reojo y esta hablando Joaquín Otero, el comandante de la UPL. Le escucho con curiosidad y empatía pensando en el oficio de orador, y en que está claro que parlamentariamente resulta vital la creatividad. Repaso mentalmente a los grandes oradores que alguna vez he visto y sí, los hay brillantes como Demóstenes de verbo refinado e ingenioso -desde luego casi ninguno en las Cortes de Fuensaldaña-; están luego los ideólogos expertos en su área y cuyo discurso tiene algo de filosofía política, cuarto y mitad de psicología social y mucho de conocimiento concreto y profundo -a estos también es un gusto escucharlos-; pero los que más abundan son los gladiadores retóricos de discurso desenfadado y populista; esos que atacan hasta con sus silencios: así veía yo hasta ahora a Joaquín Otero. Joaquín Otero me parecía que empleaba normalmente en sus intervenciones tanta energía que en vez de verle hablar creía verle adelgazar. Siempre cañero. Incisivo. Sin concesiones ni comedimiento. Sin tregua. Y el otro día, como digo, le vi en la tele tras el maremoto interno de su Partido, y algo parecía haber cambiado, acaso mi forma de mirarle. En esta ocasión, como casi siempre, su estilo parlamentario fue tan arrollador que acabó llevándose el gato al agua, hizo que allí hablara de León hasta el apuntador e incluso cantó veinte en bastos¿ El Señor Presidente, tan de centro, mientras le escuchaba en silencio sentado en su escaño me pareció que le salía aceite por todas las bielas. En su segundo turno el leonesista me sorprendió. Fue menos furibundo y, como un prestidigitador que saca una paloma de la paz de su chistera, hizo al Presidente Regional una propuesta oportuna y de gran inteligencia. Apeló a su orgullo como mandatario, le recordó que Zapatero pronto vendrá a hacer un Consejo de Ministros a León trayendo en su cuaderno rojo una batería de medidas para esta provincia, e invitó al Presidente de Castilla y León a no ser menos, «a no quedar en feo». Le animó a llevar a cabo él otra reunión del Consejo de Gobierno de la Junta aquí, trayendo aún más medidas económicas incentivadotas de nuestra provincia. Supere usted ahora a Zapatero. He ahí el reto. Mezclando tópicos y demagogia Juan Vicente Herrera escapó sin aceptar tal propuesta, claro, pero a mí esta pirueta tan cargada de reflejos que soltó Joaquín Otero me sorprendió positivamente, me enorgulleció como leonés y me sirvió asimismo para darme cuenta de que las acusaciones que este político está ahora recibiendo como que es un «vendido» al PP no parecen ciertas ni justas. Ahora que la UPL ya supera su cisma y Joaquín Otero se ha desmarcado de Rodríguez de Francisco, ojalá decidan él y la UPL desmarcarse también de las formas verbales del fundador. ¿Qué aporta la vehemencia aparentemente indiscriminada? León necesita un leonesismo avanzado, responsable, inteligente, práctico, honrado y leal. Un espejo, por ejemplo, del talante sagaz que esgrime CiU en Cataluña. Necesitamos un leonesismo moderno, reivindicativo, sí, pero no provinciano. Un leonesismo dialogante que sepa coaligarse estratégicamente, oportunamente, lealmente, para gobernar y haga sentirse seguro a quien pacta con el leonesismo porque así todos querrán unirse con la UPL cuando sea posible, y no sólo cuando no haya más remedio. Necesitamos un leonesismo equivalente a nuestra dignidad.

tracking