El cortejo, que partió del convento de los Capuchinos, mostró una de las piezas más curiosas de la Semana Santa leonesa: el Lignum Crucis
Tiene una estructura en forma de cruz latina, desfila sobre un trono muy repujado y en su parte central contiene, según la tradición, una reliquia del madero de Cristo.
Como nota curiosa, la cofradía el Silencio y la Santa Cruz de Oviedo se incorporó al desfile, precediendo al paso del Santo Cristo Flagelado, que esculpió en 1998 el artista Manuel López Bécker.
La comitiva, acompañada por las bandas, recorrió el casco histórico ante la mirada de cientos de apasionados, como estos jóvenes y entregados papones.
La escenificación de Jesús, a punto de ser golpeado junto a una columna gris, llenó de respeto el corazón del Húmedo y creó un clima de recogimiento, gracias a la música procesional de la banda del Dulce Nombre.
Detalle de uno de los papones, preparado para sacar el paso a la calle.
La integrantes de la cofradía femenina de la Agonía de Nuestro Señor desfilaron con solemnidad y arropadas por la banda de cornetas de la hermandad de Santa Marta y la Sagrada Cena.
La calle Ancha, uno de los puntos más socorridos para presenciar la procesión de Jesús Camino del Calvario, se inundó de los capirotes amarillos de la cofradía, que fue fundada por siete hermanas en 1993.
El buen tiempo favoreció que decenas de personas se sumaran a la comitiva desde las aceras para no perderse la única imagen que desfila, la de Jesús del Vía Crucis.
Era el día del silencio y con la sobriedad que caracteriza a cada Miércoles Santo, previo al dolor de la muerte de Cristo, salió la procesión del Silencio, formada sólo por hombres.
Organizada por la Cofradía Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio partió de la iglesia del convenio de San Francisco el Real de los Capuchinos un cortejo que llenó de silencio las calles de la ciudad.
La Semana Santa ofrece todo tipo de estampas. Mientras unos procesionan, otros disfrutan del ambiente que vive la ciudad dentro de los bares.
La procesión del Silencio fue creada como tal en 1941 bajo la iniciativa de los Padres Capuchinos y la tutela del Padre Javier de Valladolid
Imagen de las velas que se pierden en la noche del miércoles santo en la ciudad de León.