España baja un puesto en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU

Como cada año, el PNUD incluye en su radiografía mundial el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que mide las expectativas de una vida larga y saludable, el acceso a la educación, la sanidad y a unos niveles de vida dignos, o su contrario, la pobreza, la miseria y el abandono de la población. España, afianzada entre los países más desarrollados y prósperos del globo, pierde este año uno de los dos puestos que ganó en el 2003. Si el año pasado se colocó en el 19, frente al 21 de 2002, retrocede ahora al 20, justo por detrás de Alemania y Nueva Zelanda, y delante de Italia e Israel, y con una nota media de 0,922 en el IDH. El subíndice más favorable para los españoles es el de la esperanza de vida, en sexto puesto mundial con una media de 79,2 años, sólo por detrás de los japonenes (81,5), los más longevos, Suecia, Hong Kong, Islandia y Canadá. Flojea en otros como el desempleo a largo plazo, uno de los peores entre los países ricos de la OCDE, y la participación política de la mujer, con apenas un 17,6% de féminas en cargos ministeriales, muy lejos del 55% de las suecas, o del 45% de las danesas, finesas (44,4%) y neozelandesas (44%). También nos falta mucho para alcanzar las tasas de actividad económica femenina de los países nórdicos, con Islandia en cabeza (66,7%) frente al 38,1% de España. En cabeza un año más, Noruega (0,956) es el paradigma del desarrollo y el bienestar, seguido por Suecia, Australia y Canadá.