Una visita siempre obligada

Boquiabiertos dejó ayer la ministra de Cultura al deán de la Catedral y al máximo experto en la pulchra, Máximo Gómez Rascón, ante sus incisivas preguntas sobre el templo. Cuando Carmen Calvo y sus compañeros de gabinete escuchaban atentamente las explicaciones ante el sepulcro del rey Ordoño II sin más preámbulos inquirió a los clérigos: «¿Tiene doble policromía?», a lo que al vuelo Rascón contestó con alivio: «Tres». Después la ministra calificó como «atrevimiento arquitectónico» la construcción de la Catedral de León ante los desafíos que en aquel momento representaba el gótico para sus contemporáneos. «!Qué órdago!». Los responsables de las distintas carteras del Gobierno Zapatero llegaron tres minutos antes de la una de la tarde al templo para recorrer en menos de treinta minutos sus principales atractivos, al parecer se trata del tiempo medio que las autoridades que lo han visitado emplean en un recorrido relámpago ante el disgusto de Gómez Rascón, al que le encantaría estar horas y horas disertando sobre una construcción que ha centrado prácticamente su vida. A Caldera y López Aguilar les sobrecogió especialmente la noticia de que la Catedral cuente con 1.800 metros cuadrados de vidrieras. «En el suelo todas no cabrían en este templo», recalcó Rascón. Comentario que dio pie al ministro de Trabjo a realizar un comentario sobre el PIB regional al titular de Economía, Pedro Solbes. Al más puro modelo de los trajes de Emilio Tucci de El Corte Inglés, el ministro de Justicia lució bronceado y tipo con la chaqueta al hombro y camisa de manga corto durante la visita. Por cierto algún relieve -seguramente el más picante- llamó la atención del canario que se hizo acompañar por el jefe de seguridad de La Moncloa, el leonés Segundo Martínez, para repasar la escena quedándose relegados del grupo. A Pedro Solbes y a la ministra de Fomento no parecían interesarles mucho las explicaciones sobre el templo. Pasaron la visita cuchicheando sobre otros asuntos. Una turista se percató y les espetó: «¡Qué se lo están perdiendo y esto no son carreteras, hombre!». En otra pregunta reto, la ministra de Cultura interrogó a Rascón sobre si existía sobre la Catedral una investigación sobre las superposiciones policromáticas, menos mal que sí, debió pensar el sacerdote. El deán aprovechó para recitar las demandas de la Pulchra y rogar más ayuda del Estado para su plan permanente de conservación.