La migraña afecta al 12% de la población entre los 14 y los 55 años

Bajo el título, ¿La migraña, se puede prevenir?, un grupo de especialistas ha presentado un libro de carácter divulgativo en el que se intenta dar solución a una dolencia que afecta al 12% de la población española, entre los 14 y los 55 años, y es tres veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Se trata de un trastorno crónico relacionado con la herencia y caracterizado por episodios de cefalea, de moderados a intensos, que pueden llegar a discapacitar a quienes la padecen. Según datos oficiales, la migraña provoca en España la pérdida anual de 13 millones de jornadas laborales, con un coste aproximado cercano a los 1.000 millones de euros. El dolor suele ser pulsátil, y estar acompañado de náuseas, vómitos, molestias con la luz y, en algunos casos, con la visión de luces y manchas ciegas dentro del campo visual. El texto, que será distribuido en laboratorios, farmacias y conductas de neurología, tiene como objetivo facilitar a los pacientes los aspectos de la migraña, su fisiopatología y las forman de prevención y tratamiento para controlar las crisis e, incluso, erradicarlas. Porque, en contra de lo que se pensaba, que no existe solución y hay que sufrirla toda la vida, con un buen diagnóstico médico y una correcta combinación de tratamientos sintomáticos y preventivos se logra controlar las crisis migrañosas en el 85% de los enfermos, mejorando la calidad de vida de estos pacientes y procurando un retorno a la actividad social y laboral. Evitar la automedicación Según se afirma en la publicación, es muy importante acudir al especialista y evitar la automedicación, ya que los analgésicos pierden su eficacia y provocan que el trastorno se vuelva crónico en el 80% de los casos. Por eso, a quienes padecen tres o más crisis al mes, o con menos frecuencia pero incapacitantes, o quedan invalidados para hacer una vida normal, se recomienda el tratamiento preventivo para ayudar a reducir su intensidad. El médico se encargará de suministrar los fármacos más adecuados, entre los que se encuentran los betabloqueantes, los antidepresivos, los calcioantagonistas y los anticomiciales, aunque estos dos últimos tienen limitado su uso por sus efectos adversos como la somnolencia, el aumento de peso, la pérdida de cabello y las alteraciones gastrointestinales. Además, la prevención evita problemas a largo plazo ya que, aunque no se ha demostrado de forma contundente y hay que realizar más estudios, padecer migrañas de forma continuada puede dañar el cerebro y favorecer un aumento de las lesiones isquémicas. Otra idea que persistía hasta ahora era relacionar la migraña con la ingesta de determinados alimentos como los dulces. La decisión de prescindir de algunos alimentos debe ser consultada al médico, que se encargará de analizar los hábitos nutricionales del enfermo. Lo que sí está demostrado es que el alcohol y el tabaco contribuyen a desencadenar las crisis, por lo que su consumo debe ser evitado.