Rouco Varela advierte de que una Europa sin raíces cristianas tiene «fecha ineludible de caducidad»

El enviado especial del Papa para la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ 2004), Antonio María Rouco Varela, advirtió ayer en Santiago de que un proyecto europeo «sin alma», tendría «fecha ineludible de caducidad», en referencia a la importancia de que la futura Constitución Europea aluda a las raíces cristianas del viejo continente. El cardenal lamenta que a los hombres de gobierno les cuesta reconocer «la evidencia histórica de las raíces cristianas» en Europa. En este contexto, el Papa Juan Pablo II instó a los jóvenes a que se conviertan en «la luz de un nuevo amanecer y esperanza» en Europa mediante «el compromiso con Cristo, ideales, trabajo y oración». Durante la homilía de clausura de la PEJ, celebrada bajo una intensa lluvia en el Monte do Gozo de Santiago, Rouco Varela insistió en la repercusión de los valores cristianos en la «gloriosa historia» de Europa y subrayó la necesidad de que el continente reconstruya su «identidad espiritual en un clima de pleno respeto a las religiones y a las genuinas libertades». En esa línea, recordó que estas mismas palabras fueron ya expresadas por el Papa en 1982 y consideró que éstas «no han perdido la más mínima actualidad, sino que suenan incluso con mayor urgencia histórica y como reto inaplazable». Así, Rouco Varela apeló a los 3.000 jóvenes que resistieron el chaparrón de agua para que asumieran el «reto» de «edificar un futuro común en esta nueva y decisiva etapa de la historia de Europa», cuyo inicio situó en la ampliación de la UE llevada a cabo el pasado mes de mayo y la aprobación del proyecto de Constitución.