Esta operación parece presagiar el asalto final a la ciudad.
Los marines aseguraron el control del centro hospitalario, así como de otros puntos estratégicos del norte y el oeste de la ciudad.
Los marines se internaron en el hospital general sin encontrar resistencia.
El asalto fue lanzado por varios cientos de soldados iraquíes, que fueron transportados al lugar por vehículos militares estadounidenses y bajo escolta norteamericana.
Las tropas también han tomado dos importantes puentes sobre el río Eúfrates.
Uno de ellos es el mismo desde el que rebeldes iraquíes colgaron los cuerpos carbonizados de dos extranjeros después de pasearlos por la ciudad.
Uno de ellos es el mismo desde el que rebeldes iraquíes colgaron los cuerpos carbonizados de dos extranjeros después de pasearlos por la ciudad.
Casi al mismo tiempo, aviones de combate AC-130 lanzaron varias salvas de proyectiles sobre diversos inmuebles en el noroeste y el norte de la ciudad, bastión de la insurgencia iraquí.
Fuego de artillería pesada golpeó con intensidad barrios del norte y el sur, donde a primera hora de la mañana eran visibles varias columnas de humo.