La visita del Papa refuerza Lourdes como punto de peregrinaje para los enfermos

Miles de personas seguían llegando ayer a Lourdes, donde se espera este fin de semana de 300.000 a 400.000 fieles durante la visita del Papa que, por su delicado estado de salud, reforzará el símbolo del santuario mariano como punto de peregrinaje de enfermos. La estación de ferrocarril de Lourdes, desde la que se divisa un extremo del santuario al pie de las estribaciones pirenaicas, es objeto de un trasiego de miles de personas ininterrumpido desde hace dos días y se confirma como el principal punto de entrada a la famosa localidad de 15.000 habitantes. El pasado jueves, habían sido unas 10.000 personas las que fueron recibidas por cientos de voluntarios, y entre ellas había 1.200 enfermos, como los 70.000 que cada año se acercan al santuario con la esperanza de una curación. Una esperanza alentada por las 7.000 curaciones declaradas desde 1883 a la oficina médica creada a tal efecto, aunque de todas ellas son 66 los supuestos milagros reconocidos como tales por la propia Iglesia, el último en 1987 de un hombre al que se le había diagnosticado una esclerosis en placa. Ayer cientos de personas en sillas de ruedas formaban una procesión constante por la explanada del santuario y se acercaban a la gruta donde se produjo la primera aparición de la Virgen a una niña en 1958. Una monja de una congregación con base en Lourdes explicaba que el hecho de que el Papa llegue en un estado de salud tan delicado servirá de motivación suplementaria para los enfermos que hayan acudido a esta peregrinación.