El huracán Charley azota Cuba y Tampa y se dirige con fuerza haciaCalifornia

Los vecinos de la localidad cubana de San Antonio de los Baños, conocida por su popular Escuela Internacional de Cine, no olvidarán fácilmente al huracán Charley, que devastó el municipio a su paso por la isla. Charley golpeó con dureza los alrededores de La Habana y dejó a su paso al menos tres muertos y cuatro heridos, según los últimos informes provisionales de la Defensa Civil. Las rachas de viento de hasta 200 kilómetros hora que azotaron San Antonio durante gran parte de la noche derrumbaron decenas de casas de madera, levantaron tejados, tumbaron paredes y destrozaron árboles, postes de tendido eléctrico y comunicaciones. La carretera que comunica La Habana con San Antonio, unos 36 kilómetros al sur de la capital cubana, quedó parcialmente bloqueada, los cultivos y los campos de plátanos próximos a la localidad fueron también arrasados por el temporal. Muchos de los vecinos de San Antonio, de 40.000 habitantes, no recuerdan nada igual. «Viví el del 44 y el del 48, pero yo creo que este ha sido peor, este pasó violento y se ensañó con San Antonio», aseguró ayer Roberto Valdés, de 70 años, mientras ayudaba a uno de sus vecinos a arreglar el tejado de su casa. Valdés pasó la noche en vela junto a su familia escuchando «los golpes del viento, las tejas volando y las caídas de los árboles», pero no sufrió daños. Menos suerte tuvieron Juan Miguel y su familia, que perdieron su casa de madera y pasaron la noche atemorizados, protegiéndose de los golpes del viento debajo de la camas. Las consecuencias «Nadie vino ayer a avisarnos para evacuarnos, ahora esperamos ayuda porque no podemos seguir entre los escombros», se lamentaba Juan Miguel. También reducida a escombros quedó la casa de Maira Collano, que fue a pasar la noche con unos familiares por seguridad y que al regresar esta mañana no daba crédito al desastre. «Voló todo, los techos, las paredes, se inundaron los colchones, todo ha sido un horror», se lamentaba Maira que, sin embargo, tiene motivos para celebrar porque su hijo Alberto decidió quedarse en la casa y salió sin un rasguño. Pasó la noche escondido bajo una pila de piedra, prácticamente lo único que ha quedado en pie en la vivienda. «Después de la media noche empezó a soplar el viento por todos lados y se llevó todo, techos, paredes, todo por el aire. Yo había pasado otros huracanes pero ninguno como éste», relató Alberto. «Llevaba 30 años en esta casa y 17 años trabajando en una microbrigada, espero que ahora me reconozcan mis derechos y me den una casa que no se caiga», decía Maira. A pocos metros, el huracán se llevó el techo de la vivienda de la joven Yamelsi Villafañe, embarazada de ocho meses, que hoy intentaba limpiar los destrozos y sacar el lodo de su casa. «Nos fuimos a casa de mi hermana y volvimos esta mañana para ver esto. No se cómo voy a hacer para repararlo. Nunca había visto una cosa igual, pasamos la noche sin dormir por el viento y los golpes de las tejas contra las paredes». Yamelsi también esperaba ayer que algún funcionario se acercara hasta su casa para ofrecerle ayuda. El huracán, que toma cada vez más fuer«a, se dirige ahora hacia la costa de California tras haber arrasado la ciudad dwe Tampa. Los expertos pronostican que Charley llegará a las playas californianas con fuerza 4. Todos los servicios de emergencia están en alerta, tras comprobar lod desastres ocasionados en Cuba.