| Reportaje | Ejecución en China |
Aborto igual a pena de muerte
Una mujer fue detenida en China con kilo y medio de heroína. Según las leyes, su embarazo la salvaba de la ejecución, pero la policía decidió interrumpir la gestación
Ma Weihua, una traficante china que se encontraba en estado de buena esperanza a sus 29 años, cometió la torpeza de transportar poco más de kilo y medio de heroína para ganarse 600 euros. La detuvieron con el alijo encima y eso se castiga en el país asiático con la pena de muerte. Sólo su embarazo podía evitar una ejecución segura. Pero en China, donde el año pasado fueron sentenciadas a muerte más de 800 personas, ni con ésas. A la policía no se le ocurrió otra cosa que forzarla a abortar para luego poder sentarla ante un juez sin posibilidad alguna de salir con vida. Porque ahora, sin su bebé en el vientre, la ley ya faculta a las autoridades la potestad de darle muerte. Con esta noticia se despertaron ayer los chinos. Pudo ser leída en las páginas del Diario de la Juventud de Pekín, donde se explicaba que Ma Weihua, originaria de Gansu (noroeste), había sido detenida en la capital provincial, Lanzhou, en enero de 2004 por llevar encima 1.606 gramos de heroína. Según la ley china, el narcotráfico está penado con la muerte, salvo que el reo sea menor de 18 años o que se trate de una mujer embarazada. Si es así, la Policía debe facilitar un tratamiento especial a las detenidas durante su retención. Pero ocurrió todo lo contrario. Según el abogado defensor, Wong Weihua, la Policía obligó a abortar a Ma, después de que descubrieran durante un chequeo médico rutinario que la joven se encontraba en estado de gestación de 50 días. Según Wong, Ma quería tener el niño y se negó a abortar, por lo que la Policía de la comisaría de Chengguan, en Lanzhou, firmó por ella el consentimiento para abortar en el hospital. Según la autorización del 19 de febrero de 2004 publicada por el diario, en la firma reza: «Debido a que la paciente no ha mostrado cooperación, el director de la comisaría de Chengguan solicita aplicar por la fuerza la consumación». Otra prueba más de que Ma fue obligada a abortar, según su abogado, es que durante la intervención fue necesaria anestesia total. Wong pidió además al tribunal que apli-que una sentencia ligera a su defendida, ya que era la primera vez que incurría en un delito de drogas y nunca llegó a entregarlas a su destino, «por lo que no ha causado ningún daño a la sociedad Según confesó la propia Ma durante el juicio, un amigo de Urumqi (capital de la región autónoma de Xinjiang, oeste) le pidió que llevara el alijo de drogas hasta Lanzhou a cambio de pagarle 5.000 yuanes (600 dólares), pero fue detenida antes de llegar a destino. El Gobierno anunció que a partir del 1 de octubre endurecerá las normas sobre interrogatorios para evitar los abusos de la Policía, un extremo que ha sido denunciado por la prensa china en diversas ocasiones durante el último año, lo que demuestra una incipiente transparencia informativa en el país.