Nacen los «nuditistas»

Ni naturistas ni nudistas. «Nuditistas», se autodefinen. No quieren un lugar donde ir desnudos, sino ir desnudos en cualquier lugar. Ahí está el matiz. Defienden el derecho de los ciudadanos a la desnudez, y por eso le han pedido al alcalde de Barcelona, Joan Clos, que les permita ir sin ropa por la calle. Más que nada, solicitan al alcalde que recuerde a la Guardia Urbana que no hay ninguna ley que obligue a salir a la calle vestido. Por el momento, como gesto de buena voluntad, el Ayuntamiento de Barcelona, según la concejala de Derechos Civiles, Pilar Vallugera, ha accedido a subvencionar unos trípticos informativos en los que se explican brevemente los porqués de la cuestión. Se trata de dos asociaciones distintas (una que defiende el derecho al desnudo y la otra la libertad de indumentaria) que se han unido para hacerle comprender al ayuntamiento catalán que no hay argumentos jurídicos ni legales que impidan que los ciudadanos salgan a la calle tal y como llegaron al mundo. Todo eso se lo hicieron llegar por escrito al alcalde Joan Clos y éste no tiró la carta a la papelera. Todo lo contrario. Permitió que la Concejalía de la Mujer y de Derechos Civiles editara y subvencionara unos trípticos en los que se reconoce el derecho de los ciudadanos a ir desnudos por la vía pública. Aclaración Comprensión sí, pero no carta blanca. Después de saberse que el Ayuntamiento estaba detrás de los trípticos, las críticas llovieron sobre el consistorio en general y el alcalde en par-ticular. Y Joan Clos salió al paso. No para desmentir, pero sí para aclarar. Así, Joan Clos aseguró ayer que el Ayuntamiento «no quiere promocionar que la gente vaya desnuda por la ca-lle, de ninguna de las maneras» y que «no es ésta la intención de ningún responsable políti-co ni técnico de la ciudad de Barcelona». El regidor, tras reunirse con el conseller de Comercio, Turismo y Consumo, Pere Esteve, dijo que «la actitud del gobierno de la ciudad va encaminada a que continúen las buenas maneras y la educación de la ciudadanía». «Nuestra intención no es la de promover el nudismo en la ciudad», concluyó. «Nunca un hábito colectivo puede ser la consecuencia de una decisión de gobierno. Es la consecuencia de un proceso social pactado», ha opinado el portavoz del equipo de gobierno municipal, Mascarell, «por ello el Ayuntamiento respeta a los nuditistas pero no los fomenta», concluye.