Mujeres?que siguen a sus labores

Casi la mitad de las mujeres españolas en edad de trabajar se dedica a las tareas del hogar, según un estudio presentado ayer en la comisión de Derechos de la Mujer del Parlamento Europeo. El estudio, titulado «Los Sistemas de Seguridad en la UE y su Impacto en la Reconciliación de Vida Familiar y Vida Laboral», fue encargado por el Parlamento Europeo en mayo del 2003 a la firma española Almera, especializada en estudios económicos y sociales. Según el estudio, el 57% de las mujeres españolas no trabaja fuera de casa aunque esté en edad para hacerlo, unas cifras idénticas a las de Italia y Grecia. En Suecia, el 82% de las mujeres en edad de trabajar tienen un empleo. España pués posee la tasa de empleo femenino más baja de la Unión Europea a Quince en el tramo de 25 a 54 años. Además, el estudi destacó «la poca agilidad» de los sistemas de protección social de los Estados miembros para adaptarse a la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. La autora del informe, Elizabeth Villagómez, señaló que en el caso de España, la situación «avanza muy lentamente». La experta explicó a los eurodiputados que en este país la participación femenina en el mercado laboral es inferior debido a que el gasto dedicado a la prestación de servicios que permiten conciliar la vida familiar con la laboral es «mucho menor» que en otros países europeos. Villagómez recordó que los factores que desincentivan la inserción de la mujer en el mercado laboral de la UE son, entre otros, los salarios bajos (un 85 por ciento de lo que gana un varón, como media) o la percepción negativa que tiene la duración de los permisos de maternidad o el cuidado de familiares, lo que puede llegar a influir en sus oportunidades de promoción laboral y la recepción de pensiones en el futuro. Junto a estas dificultades, la autora del estudio destacó las ventajas de la incorporación de la mujer al mercado laboral: «Existen estudios que aseguran que por cada mujer trabajadora se crean tres o cuatro empleos, ya que todos los trabajos que hacía hasta el momento sin cobrar se comercializan», señaló. Asimismo, se refirió a algunas deducciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que fomentan que se reduzca la probabilidad de que la mujer trabaje. Por ello, precisó que «un sistema impositivo puede ser un instrumento importante al servicio de la igualdad de géneros». Penalización El informe destaca el hecho de que la mayoría de los Estados miembros «todavía penalizan al segundo perceptor de renta, puesto que este último soporta tasas impositivas superiores al 10 y el 130 por ciento». Como recomendación para mejorar el panorama europeo, la autora sugirió la armonización de las prestaciones sociales entre los países de la Unión Europea. Los países en los que se pagan más impuestos son los que tienen tasas más altas de mujeres trabajadoras, porque los impuestos permiten al Estado incrementar su capacidad de gasto social, que mejora las condiciones para que las mujeres se integren en el mercado laboral. La investigación señala que son mejores los sistemas tributarios que están dirigidos a individuos y no al núcleo familiar, porque de este modo se cierra la puerta a que las personas deduzcan de sus pagos a su esposa o a sus hijos. En relación a los impuestos en España, Villa Gómez comentó que «el IRPF se puede presentar como una familia o como un individuo independiente, pero hay una trampa, porque siguen existiendo las deducciones». La investigadora opinó que es muy positiva la ayuda de 100 euros al mes que existe en España para las mujeres trabajadoras con hijos menores de tres años.