Un informe de Greenpeace denuncia los cincuenta puntos negros del litoral
La erosión o la contaminación afecta al 90 por ciento de las costas españolas
Se pide una franja protegida de 500 metros y derribar las construcciones ilegales
El turismo de sol y playa ha marcado durante muchos años el desarrollo de los municipios que viven junto al mar. Sin embargo, la mala planificación urbanística ha llevado al litoral español a padecer graves problemas de saturación urbanística, contaminación y destrucción de los espacios naturales. A esto hay que añadir la erosión costera, un fenómeno natural que se ha transformado en un problema de intensidad creciente y difícil solución, que ya afecta al 90% del litoral, aquejado de graves problemas de contaminación en muchos puntos costeros y playas sin arena. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del informe anual «Destrucción a toda costa 2004», elaborado por Greenpeace, en el que se destaca, además, que sólo el 0,3% de las localidades costeras tratan correctamente sus aguas residuales lo que garantiza su depuración efectiva antes de ser vertidas al mar. Sin embargo, no todas las Comunidades Autónomas tienen el mismo deterioro ni actúan de igual forma ante estas amenazas. En total, se denuncian 50 puntos negros entre los más de 1.500 distribuidos en los 8.000 kilómetros de costa española. El estudio realizado por Greenpeace propone cuatro soluciones para mejorar la situación del litoral y prevenir la degradación de nuestras costas. Abandonar las políticas especulativas y dar paso a un modelo de desarrollo que asegure la integridad del territorio, y con ella, el bienestar de las poblaciones. Se pide la creación de una franja protegida de 500 metros desde la costa y el derribo de las construcciones ilegales existentes. Desarrollar una política de combatir la erosión y conservar las costas. Incluir los costes ambientales de las obras que se llevan a cabo en el litoral y que el Ministerio no asuma la factura derivada de los daños de puertos mal ubicados, obras mal diseñadas y construcciones ilegales, que crean una sensación de impunidad a los que dañan el medio costero. Desarrollar un Plan Director del Litoral que establezca objetivos de protección y recuperación a corto, medio y largo plazo.