El contador de historias

Llega a la cita puntual, vestido de negro y saludando con su voz profunda. Comenta que vuelve de un viaje de mil kilómetros para acudir al certamen de cortometrajes de Astorga, que anoche le tributó un homenaje. A grandes zancadas, con ese andar medio cansino tan familiar, camina hasta la muralla para cumplir con la foto de rigor. Después, y con un acento que apenas revela su origen gallego, Nancho Novo se sincera. Se define como un caminante perdido, no tan joven como para no saber lo que quiere ni tan mayor como para haberlo conseguido. Dice que busca lo mismo que todos, ser lo más feliz posible, y que en su mundo no es ésta una búsqueda inútil. Le gusta verse a sí mismo como un cuentahistorias, una pasión que le ha llevado a probar suerte, con gran éxito, en el teatro, el cine, la televisión y hasta la música, aunque confiesa que el medio en el que se mueve más a gusto es la cama. Sospecha que el atractivo que encuentra en colocarse ante miles de personas que le miran puede tener algo de exhibicionismo. Le tienta la radio, por la intimidad que ofrece el hablar a ciegas. Y asegura que lo más gratificante que le puede pasar a un actor es hacer reir a su público en directo. Este intérprete todoterreno tiene una espinita clavada: la imagen de duro de vuelta de todo que de él tiene parte de la audiencia. Timidez Dice que nada tiene que ver con su auténtica personalidad, y, como para demostrarlo, confiesa su timidez y admite que de sus años en colegios religiosos conserva un hermano sacerdote y un sentido ético de la vida que le hace tener un sentimiento de conciencia excesivamente agudo en ocasiones. Es por ello, asegura, por lo que bautizó a su grupo musical los Castigados sin postre, por aquello de la culpa. Sus proyectos más inminentes son continuar su gira de la obra teatral Defendiendo al cavernícola, y el rodaje de la película Somne , centrada en unos neurólogos que introducen en el sueño de sus pacientes material informático. Novo visitó Astorga hace 11 años con un espectáculo sobre romanos, Gladiators , y en su recuerdo siempre han estado las mantecadas, que se detenía a comprar de camino o de vuelta de su tierra natal. Ayer volvió una vez más para participar en una mesa redonda que completó la jornada inaugural de la muestra de cortos. El festival, que hoy rendirá homenaje a Ricardo Gullón, ofrecerá las proyecciones de las cintas a concurso hasta el próximo viernes, a las 22.00 horas en el Cine Velasco.