El Gobierno rectifica y no suprime los descuentos en los libros de texto

El Gobierno niega que vaya a suprimir los descuentos de los libros de texto y asegura que las afirmaciones vertidas en este sentido por el director general del libro, Rogelio Blanco, fueron «meras reflexiones», por lo que «no suponen el anuncio de ninguna medida concreta, presente o futura». En declaraciones tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que el compromiso electoral de su partido es «elaborar una Ley del Libro que permita implantar la gratuidad de los libros de texto en los niveles obligatorios de enseñanza y en todas las comunidades autónomas». (De momento, sólo La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha han puesto en marcha -de manera gradual- estas medidas). «Queremos hacerlo cuanto antes», subrayó. Becas y ayudas Fernández de la Vega explicó que este se año se ha ampliado el número de becas y de ayudas con el fin de «facilitar la adquisición de libros de texto por parte de las familias con menos renta». El próximo martes, la ministra de Educación, María Jesús Sansegundo, informará de las prioridades del Gobierno en este parcela de la enseñanza, anunció la vicepresidenta primera. Por otra parte, el Ministerio de Cultura, y mediante un comunicado, corroboró las palabras de Fernández de la Vega al señalar que, en tanto se alcanza la gratuidad de los libros de texto, «no sería oportuno adoptar ninguna medida que incremente su precio ni en un solo euro para una sola familia». Los socialistas consideran que el coste actual de los libros escolares supone «un esfuerzo económico gravoso para las familias que aún deben soportarlo». Según el comunicado, el interés de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas es «armonizar la gratuidad de los libros de texto con la protección de la red de librerías, toda vez que constituyen un factor de enriquecimiento de la vida cultural de muchas poblaciones, no sólo en espacios urbanos sino también en áreas rurales». Para este organismo, las reflexiones y el análisis comparado con las experiencias de la mayor parte de los países europeos revela que «el precio fijo constituye una medida eficaz para proteger estas entidades culturales».