Niños españoles temen el regreso al colegio tras la matanza de Beslán

Miedo a la escuela. Esa es la emoción que han experimentado muchos niños españoles en su vuelta escolar después de haber presenciado una y otra vez en televisión el horror vivido en el colegio de Beslán, en Osetia del Norte, donde un grupo de terroristas chechenos secuestró y acabó con la vida de decenas de pequeños que celebraban su primer día de curso. Como ya ocurriera con los terribles atentados del 11-M en Madrid han sido numerosos los niños que tras ver las duras imágenes de la tragedia rusa han presentado cuadros de ansiedad y temor a volver a las aulas. Sin antídoto Aunque no hay un antídoto para esta circunstancia, los expertos aconsejan a los padres hablar con naturalidad a sus hijos sobre el terrorismo, sin caer en alarmismos y con un tono emocional adecuado, haciendo hincapié en que no se trata de un hecho frecuente. La reacción del menor como testigo de una situación traumática puede ser diversa, dependiendo de la gravedad del acontecimiento, la cercanía o la edad del pequeño. Esther Legorgeu, psicóloga clínica del Instituto de Orientación Psicológica en Madrid, explica que «en los menores de siete años es más problemático, dado que su desarrollo intelectual no es suficientemente maduro para llegar a entender esa situación. Hasta los seis años, el pequeño no distingue entre realidad y fantasía. Por lo que puede llegar a crear su propia realidad, que le genere muchos miedos». En el caso de los adolescentes, la psicóloga advierte que la visión de las imágenes del cautiverio de cientos de personas, muchas de ellas niños, en Beslán puede desencadenar problemas de ansiedad y posibles miedos a la hora de acudir al colegio. Por lo contrario, Amando de Miguel, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, sostiene que «los jóvenes mayores de 12 años ya digieren todo este tipo de cosas, quizá más que los mayores. Ellos están acostumbrados a ver imágenes violentas en películas y videojuegos. El problema radica en que tal vez no vean el dramatismo real, algo que sí comprenden los mayores». Los especialistas consideran que los padres deben explicar con naturalidad lo sucedido a sus hijos y responder a sus preguntas. «Algo tan público como está siendo el problema del terrorismo se ha convertido en un asunto de un cariz tan importante que los menores también tienen la obligación de conocer y manifestarse contra el» AMADO DE MIGUEL Sociólogo