Semana Europea de la Movilidad: una batalla contra la contaminación

En su afán por mejorar la calidad del aire, la UE convoca desde 1998 la jornada «La ciudad, sin mi coche», con la que se quiere concienciar a la población de los problemas que plantea el transporte urbano, a la que se ha sumado, desde el año 2002, la «Semana Europea de la Movilidad» dedicada a luchar contra la contaminación provocada por el transporte. De esta forma, el ciudadano puede descubrir medios alternativos sin restringir las necesidades de movilidad disfrutando de la ciudad en un entorno más agradable. Se trata, en definitiva, de mejorar el medio ambiente urbano, los problemas de ruido y la calidad de vida de los ciudadanos. «La ciudad, sin mi coche» se celebra todos los años el 22 de septiembre, y las principales acciones puestas en marcha en estos años por las autoridades locales han sido presentar ciertas áreas sin tráfico motorizado, animar al uso de modos de transporte más sostenibles y mejorar el conocimiento de los ciudadanos sobre el impacto en el medio ambiente de sus elecciones de transporte. La jornada ha calado entre los europeos porque el número de ciudades participantes ha ido creciendo hasta llegar a las 10.535 del año pasado. Por su parte, «La Semana Europea de la Movilidad», desarrollada entre el 16 y el 22 de septiembre, contó durante el año 2003 con la participación de 723 localidades. Para esta convocatoria, el tema central es: «Calles seguras para los niños», cuyo objetivo es crear una ciudad agradable, que ofrezca a los más pequeños la posibilidad de desplazarse de manera segura y sostenible. Por tanto las ciudades deben tomar las medidas necesarias para que los niños puedan caminar, montar en bici y usar el transporte público de forma segura. Beneficios medioambientales Durante el año pasado, 244 ciudades españolas realizaron actividades enmarcadas en los objetivos del Día Europeo Sin Coches, y 120 de ellas se sumaron también en la Semana Europea de la Movilidad, involucrando a más de 20 millones de ciudadanos. Los resultados son positivos, al producirse una reducción del tráfico en un 15% respecto a otro día equivalente cualquiera, lo que supone una disminución de consumo de combustible estimado de 9.250.000 litros de gasolina, y una reducción de emisiones a la atmósfera de unos 26.000.000 de Kg. de CO2. Además, se produjo un aumento del 11% del número de pasajeros que utilizaron el transporte público y las estimaciones de reducción de ruido arrojaron una cifra de 3-4 decibelios. En cuanto a la opinión ciudadana, más de 84% de los encuestados valoraron positivamente la iniciativa y se mostraron a favor de repetirla. La Consejería de Medio Ambiente impulsa estos proyectos europeos fomentando la participación de castellanos y leoneses en ambas iniciativas. De esta forma, y dentro del marco de las Estrategias de Educación Ambiental y de Control de la Calidad del Aire, presta apoyo técnico y económico a los Ayuntamientos que, de forma voluntaria, quieran adherirse a las mismas. Así, para este año se destinan 65.000 euros destinados a las entidades locales con más de 10.000 habitantes para la realización de actividades de Educación Ambiental.