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Descubren las regiones del cerebro que albergan el miedo

Investigadores de la Universidad de Nueva York han realizado una serie de estudios que revelan que ciertas partes del cerebro se reactivan cuando los temores se abandonan

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Europa Press | madrid

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Investigadores de la Universidad de Nueva York (EE.UU.) han realizado una serie de experimentos que revelan, por primera vez en seres humanos, detalles de las regiones del cerebro que se hacen más activas a medida que los miedos se abandonan. Los hallazgos muestras que la región del tamaño de una nuez denominada amígdala, que es clave en el aprendizaje del miedo, también está relacionada con el des-aprendizaje de éste. Pese a que hasta ahora se ha desarrollado una gran cantidad de investigación a la comprensión de la maquinaria neural involucrada en el aprendizaje de los temores, los científicos no se han dedicado tanto a comprender cómo una persona puede liberarse de éstos o cómo se reduce el miedo. En el nuevo estudio se ha encontrado, además, un área conectada -la corteza prefrontal ventral medial-, que parece ser clave en la retención de la extinción del temor. Curiosamente, los nuevos hallazgos concluyen lo mismo que otros estudios desarrollados en animales, al demostrar que los mecanismos de liberación del temor, o «aprendizaje de la extinción del miedo», se pueden conservar a través de las distintas especies. En los experimentos, los investigadores pidieron a una serie de voluntarios que ajustaran un grado soportable de dolor al observar cuadros azules o amarillos, uno de los cuales se asociaba con una descarga eléctrica en la muñeca mientras que el otro no. Aprender el miedo Las personas aprendían así a tener miedo (medido por un aumento en la conductancia en la piel) al ver los cuadros del color asociado a la descarga. Dos días después, se realizó otro experimento en el que, de forma gradual se iba disminuyendo el dolor de las descargas asociadas al color hasta que los sujetos desaprendían por completo el temor asociado al color de los cuadros. Esta disminución se hacía gradualmente porque, de lo contrario -según los investigadores- el proceso sería demasiado rápido como para permitir el análisis necesario en el desaprendizaje. El análisis de las regiones cerebrales involucradas se realizó mediante experimentos mientras se escaneaban los sujetos de las personas voluntarias mediante resonancia magnética funcional. Los estudios revelaron una mayor actividad en la amígadala en respuesta al cuadro asociado al shock durante la adquisición del miedo, un hallazgo que ya se había visto en estudios anteriores con animales.