Londres alerta a 6.000 posibles infectados del mal de las «vacas locas»

El fantasma del «mal de las vacas locas» volvía a planear sobre el Reino Unido. Unos 6.000 británicos hemofílicos han sido alertados por el Gobierno sobre la posibilidad de que hayan sido expuestos e infectados con la variante humana del mal de las vacas locas, la enfermedad conocida como Creutzfeldt-Jakob (CJD), a través de transfusión de sangre. Fuentes del ministerio de salud británico en un intento por evitar el pánico, reseñaron que de los 6.000 británicos que han recibido «una carta de «información. Sólo dos tercios, unos 4.000, pueden encontrarse en riesgo directo de haber contraído este tipo de encefalopatía espongiforme que en los años noventa llevó a una de las mayores crisis en el Reino Unido cuando la epidemia conocida como «de las vacas locas» llevó al sacrificio de casi toda la ganadería vacuna en el Reino Unido y a una psicósis general entre los consumidores. En la misma carta se recomienda a los 6.000 hemofílicos que no donen sangre y que comuniquen su situación a sus doctores y dentistas para evitar que la epidemia se propague. Uno de los principales problemas que conlleva el CJD, que puede causar la muerte del afectado, es la falta de una prueba para detectar si se es portador de la enfermedad. El ministerio de sanidad británico ha tomado esta decisión tras anunciarse el pasado mes de diciembre que un hemofílico había muerto tras recibir sangre de otra persona afectada por el CJD. Hasta el momento se han detectado 17 personas que han recibido transfusión de sangre de enfermos con el equivalente humano del mal de las vacas locas. Gaham Whitehead, director de la Sociedad Hemofílica británica, advertía ayer sobre la sensación de ansiedad que ha creado esta decisión gubernamental entre los hemofílicos británicos. Sin embargo Whitehead quitaba importancia a la decisión del ministerio de sanidad recordando que ningún hemofílico del mundo ha sido diagnosticado con el CJD. Sir Liam Donaldson, máxima autoridad médica del Reino Unido, también restó importancia a la medida al indicar que «se trata simplemente de que la gente que ha recibido esta carta y sus médicos tomen los pasos necesarios para minimizar el riesgo de transmisión de CJD.» La variante del mal de «las vacas locas», el CJD, aparece por primera vez en 1995. Hasta el momento se ha cobrado 145 vidas en el Reino Unido. Desde 1996 todos los niños británicos que nacen reciben plasma importado de Estados Unidos. A los pocos años de descubrirse el mal de las vacas locas se creyó que la epidemia hubo científicos que estimaron que afectaría a miles o incluso millones de personas. Por otra parte, los Veinticinco aceptaron hoy la propuesta del comisario de Sanidad y Consumo de levantar el embargo sobre la carne de vacuno establecido contra Portugal desde 1998, con lo que se pone así fin a todas las restricciones a las exportaciones establecidas tras el brote de encefalopatía espongiforme bovina porque la Comisión señaló que Portugal ha adoptado medidas eficaces de gestión de los riesgos que puede provocar.