Un seísmo de 4,2 grados causa la alarma en Barcelona y en Gerona

«Parecía que todo se iba a hacer puñetas», «el sofá se ha movido», «los cristales han temblado como si pasara un camión de gran tonelaje» o «pensaba que me quedaba sin vajilla», son algunos de los coloquiales testimonios de ciudadanos que esta tarde, alarmados, han llamado a los medios de comunicación catalanes para alertar de que el suelo se estaba moviendo. Han sido vecinos de casi todas las localidades de la provincia de Barcelona y Gerona los que han percibido claramente el movimiento sísmico de magnitud 4,2 que ayer, sobre las 17:45 horas, ha despertado a los que estaban en plena siesta. «Dormía en el sofá y se ha movido», explicaba entre asustado y sorprendido un radioyente que, sin poder evitar un bostezo, ha telefoneado a su emisora preferida. La mayoría de los testimonios han coincidido en señalar que la duración del terremoto, cuyo epicentro se ha situado en la comarca del Ripollés, ha sido de entre tres y diez segundos. «Ha sido muy rápido, pero me ha asustado», ha dicho una chica de voz juvenil. Rafael, un vecino de L'Hospitalet de Llobregat, lo ha descrito como «una sacudida que ha durado entre 5 y 10 segundos escasos y lo he notado porque se ha movido mucho el suelo». «Asusta mucho porque da la sensación de que se vaya a ir todo a hacer puñetas», ha concluido el asustado vecino. La responsable de la Oficina de Turisme de Ripoll ha explicado que «el puñado de turistas que teníamos en la plaza, delante del monasterio, se han alterado un poco, pero la gente de la población ya estamos acostumbrados, porque tenemos dos o tres terremotos así cada año». Un portavoz de los Mossos de Ripoll ha restado importancia al suceso, aunque le han llamado «muchas personas, pero ninguna que haya sufrido daños». Aurora, de Puigcerdà (Gerona), ha relatado que «estaba trabajando y ha empezado a moverse la mesa, los cristales, las lámparas, durante unos 3 segundos. Primero he pensado que era un camión o un accidente y luego me he dado cuenta que era un terremoto». En Santa Coloma Gramenet, Carme balbuceaba todavía asustada que «estaba echando la siesta, mi hija caminaba por el suelo y de repente se ha movido todo el cristal de una vitrina que tenemos en casa. Al principio pensaba que había sido mi hija, pero al verla muy asustada me he dado cuenta de que era un terremoto». En algunas localidades de Lérida también han percibido el movimiento, como en Ivars d'Urgell, donde una vecina explicaba que «estaba planchando y he visto como se movían los cristales y las lámparas. No sabía que pasaba hasta que he oído por la radio que había habido un terremoto». En Olot, la gente ni se ha inmutado ya que están aconstumbrados a ellos.