La ONU comienza a recoger los cadáveres que aparecen en el fango

Las fuerzas de la ONU han cambiado su misión de mantener el orden y colaboran con la Cruz Roja y otras organizaciones de ayuda humanitaria en la desagradable tarea de recoger los cadáveres de entre el fango. Ayer, por primer día desde las inundaciones distribuyeron masivamente agua y alimentos que llegaron por aire. La carretera con Gonaives, la tercera ciudad del país con 250.000 habitantes que quedó devastada por las inundaciones, también está cortada por los desprendimientos de tierra. Lo mismo encuentran restos humanos que cabras, perros o cerdos. Las imágenes de televisión son sobrecogedoras. Algunos sobrevivientes, con la mirada perdida, deambulan por lo que queda de las calles. Otros intentan recuperar del barro algunas de sus pertenencias. Bolsas negras de plástico se apilan frente a las morgues, desde las que se extiende, según testigos, el hedor de la muerte. Sin energía eléctrica ni hielo para conservar los cuerpos, la mayoría será enterrada en fosas comunes. La ayuda internacional, que el presidente interino, Boniface Alexandre, reclamó desde la tribuna de la 59 Asamblea General de la ONU, comenzó a fluir. Estados Unidos anunció una ayuda inmediata de 60.000 dólares y la llegada de un equipo de evaluación a la isla caribeña. El canciller alemán, Gerhard Schroeder, anunció que la embajada alemana tiene disponibles 200.000 euros para asistir a los damnificados. Suiza aseguró que dispone de un suplemento de 200.000 dólares de ayuda para responder a la llamada de socorro del Programa Alimentario Mundial. Francia tenía previsto enviar dos aviones con materiales, medicamentos y una misión de evaluación de las necesidades. El jefe de la misión de paz de las Naciones Unidas en Haití dijo ayer que la ayuda internacional económica y humana es «esencial» para afrontar los estragos que dejó el huracán Jeanne en ese país. «La situación que me informan desde allá es francamente tremenda: el 80 por ciento de la ciudad de Gonaives está cubierto por el agua», señaló. El diplomático dijo que el organismo «está cumpliendo su tarea» pero la misión «no tiene tampoco la capacidad suficiente para enfrentar la magnitud de esta tragedia».