El Papa da nuevas muestras de cansancio días antes de su regreso a Roma

Los cerca de 13.000 fieles que acudieron ayer a la tradicional audiencia semanal del Papa siguieron sobrecogidos la intervención de Juan Pablo II, que apenas pudo pronunciar su discurso y respiraba con evidente dificultad. Wojtyla, que reside en Castelgandolfo desde julio y se traslada a Roma los miércoles para este acto, sólo leyó 14 líneas, un tercio del texto, haciendo verdaderos esfuerzos mientras sus jadeos resonaban por la megafonía de San Pedro en medio de un gran silencio. La multitud le animó en varias ocasiones con aplausos y el Pontífice consiguió terminar la lectura de los saludos en varios idiomas. El episodio demuestra que su salud sigue siendo muy frágil pese al reposo en su residencia estival de Castelgandolfo, cerca de Roma, y a pocos días de su regreso al Vaticano para reemprender sus actividades. Juan Pablo II vuelve a su apartamento de San Pedro el próximo domingo y con el retorno a la rutina vuelve también el habitual y persistente debate sobre su salud.