Topar con la Iglesia

«CON LA Iglesia hemos topado Sancho...» Está frase de El Quijote es una de las que más escuchamos en la vida cotidiana. Bueno pues el Gobierno Zapatero ha topado con la Iglesia, o acaso es la Iglesia la que ha topado con Zapatero. El presidente lleva el laicismo arraigado en lo más hondo de su ser por más que sea respetuoso con las creencias ajenas, de manera que el «choque» parece inevitable. La Iglesia rechaza algunos de los proyectos del Gobierno: el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción por parte de parejas gays, la reciente reforma en la ley del divorcio, y como no, la supresión de la religión como asignatura obligatoria. El caso es que todos estos proyectos eran compromisos electorales del PSOE y Zapatero lo que hace es legislar de acuerdo a esas promesas electorales. Pero es que además la sociedad española ha ido evolucionando, y hoy la realidad social es distinta a la que era no ya veinte años atrás, sino cinco. La ciudadanía en nuestro país es, afortunadamente, closa de su libertad, y las minorías reclaman que se reconozca por la vía Derecho, lo que ya tienen por la vía de los hechos. En eso está Zapatero, y lo está porque ha ganado las elecciones, de manera que son los ciudadanos los que han apostado por esas reformas que rechaza la Iglesia. La respuesta de la Iglesia no se ha hecho esperar: van a combatir estas iniciativas del Gobierno «a pie de calle» en palabras del portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. Quizá lo que la CEE debería de plantear es que el problema no lo tiene con el Gobierno, lo tiene con la sociedad. La sociedad española se ha ido descristianizando, y alguna responsabilidad tendrá la Iglesia en ese proceso. O bien no ha sido capaz de entender los cambios y evolución de la sociedad, o bien ha perdido influencia, no digo influencia política, me refiero a influencia social. Pero por si fuera poco todo lo anterior, se ha filtrado que el Gobierno esta estudiando un nuevo modelo de financiación para la Iglesia Católica, lo que ha terminado de encender las alarmas. La intención del Gobierno no es denunciar el Concordato, pero hay muchas maneras de interpretarlo o mejor dicho hay maneras de hacer ajustes técnicos que justifiquen una rebaja en los ingresos que llegan a la Iglesia.