Una cita con el rojo manjar
La localidad de Fresno de la Vega puso ayer punto y final a su Feria del Pimiento con la tradicional degustación de morrones, de los que se repartieron 3.500 kilos entre los asistentes
Las calles de la localidad de Fresno de la Vega se vieron invadidas ayer, durante horas, por el embaucador aroma a pimiento morrón asado. Un bálsamo dulzón y jugoso que conquistó los paladares de los visitantes de la feria, la cual llegó a su fin tras tres largos días de jolgorio y diversión para todos. Nada menos que 3.500 kilos de morrones se repartieron bajo la atenta mirada de la Asociación Cultural Fraxin, la cual se encarga de elaborar año tras año el gran acontecimiento que supone de la feria agroalimentaria de la villa: la gran pimentada. Muchas familias acudieron a disfrutar de los rojos manjares a golpe de palillo y un mendrugo de pan. Los más dispuestos encontraron una buena sombra donde, quizás, poder echar un sueñecito tras la degustación y muchos otros simplemente gozaron del placer de dar un paseo a través de los numerosos puestos que ofertaban productos tan variados como dulces, embutidos, productos árabes o artesanía en general. Jornada de reunión La iniciativa pretende, por un lado, premiar la asistencia de las 30.000 almas ávidas de hortalizas que visitan la feria, y por el otro congregar a todos los vecinos de la localidad de Fresno de la Vega y de los pueblos aledaños en torno a la misma olla multicolor. La cita comenzó a celebrarse por primera vez en el año 84 cuando la venta de pimientos inició un fuerte incremento. La señora Irene, vecina de la zona, presume de ser la primera que comenzó a vender hortalizas en esta feria. Todavía ayer, después de tantos años, mantenía su puesto, fiel a la tradición, en plena entrada del pueblo. Y es que la costumbre de esta jornada festiva es vender cajas de un par de docenas de pimientos a cambio de 10 o 12 euros aproximadamente, aunque siempre hay lugar para el regateo. Durante todo el día, las personas que se acercaron a Fresno pudieron adquirir, además de pimientos, otros productos hortícolas en una de las ferias con mayor tradición de la provincia leonesa, que logra unir a medio centenar de productores locales y otra treintena que vienen de fuera. El pimiento morrón, tan típico de la zona, es una variedad de hortaliza gruesa, carnosa y de fina piel. Gracias a sus propiedades ricas en vitaminas, hacen de cada bocado un deleite gastronómico cuyo sabor se dispara si el lugar de cata se desarrolla en su misma cuna, Fresno de la Vega; conocida como la patria del pimiento de cuatro morros.