Una clínica catalana crea una unidad de adopción de embriones

El Institut Marqués de Barcelona ofrecerá en adopción un total de 1.700 embriones congelados cuyos padres biológicos han dejado su destino en manos de la clínica. La iniciativa se pondrá en marcha a partir del próximo 1 de noviembre, cuando empezarán a implantarse embriones en madres receptoras con un coste de 2.550 euros y una posibilidad de embarazo con éxito del 35 por ciento. En noviembre del 2003 se aprobaron las modificaciones en la Ley de Reproducción asistida en España con respecto al destino de los embriones congelados. Hay cuatro posibles destinos para estos embriones: implantarlos con posterioridad a la madre biológica, donarse a otras mujeres que lo necesitan, destruirlos o cederlos para la investigación científica, aprovechando la apertura de dos centros de investigación con células madre. El objetivo del Institut Marqués de Barcelona es permitir que aquellos embriones cuyo destino haya sido dejado en manos de la clínica por parte de sus padres biológicos puedan vivir en vez de cederlos a la investigación. El programa se llevará a cabo desde el Centro Internacional de Medicina Avanzado (Cima) de Barcelona. Se calcula que en España hay un total de 80.000 embriones congelados, sobrantes de parejas que se han sometido a técnicas de fecundación in vitro. Así, sólo el 6% de parejas consultadas por el Institut Marqués quiere destinarlos a la investigación, el 2,6% opta por destruirlos, mientras que el 61,7% no sabe o no contesta. Los padres que opten por someterse a esta técnica no deben realizar los trámites oficiales de adopción, ya que sólo será necesario firmar un documento de consentimiento informado, que deberán firmar los dos cónyuges en caso de estar casados. Pueden acceder al programa de adopción de embriones mujeres mayores de edad con plena salud mental y física que estén en edad biológica para tener hijos. En principio, la edad límite de las mujeres para poder acceder a este programa de adopción es de 45 años, aunque podría llegar hasta los 50 si hay una valoración médica previa y un ginecólogo que se vea capaz de llevar adelante el embarazo. La secretaria de Bienestar Social del PSOE, Matilde Valentín, se mostró ayer partidaria de esta medida ya que la política del partido «es que los embriones congelados no se debían destruir, como se pretendía inicialmente por el Gobierno del Partido Popular.