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Prevención y extinción son las claves para conseguir efectividad

Publicado por
miguel j. tré | león
León

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Las actuaciones preventivas en los montes, además de ser importantes para enfocar de manera integral la lucha contra incendios ayudan a aumentar el grado de seguridad. Sus objetivos pasan por minimizar el número de siniestros y que no sean intensos, extensos ni peligrosos. El llamado «manejo de combustible» tiene como finalidad su disminución, crear áreas de discontinuidad horizontal, evitar la continuidad vertical, proteger masas singulares y eliminar motivaciones. Para ello, se realizan desbroces, quemas controladas, tratamientos silvícolas (claras, cortas de mejora, entresacas), fajas auxiliares (proteger los bordes e incrementar la seguridad) y se construyen infraestructuras (puntos de agua, cortafuegos) que ayudan a prevenir incendios. Estas labores de preparación del terreno permiten tener puntos de apoyo para realizar la extinción, vías de acceso o de escape y zonas donde la menor carga de combustible aumenta la seguridad en el ataque. Castilla y León tiene en este campo la mejor proporción de España en cuanto a inversiones destinando dos de cada tres euros a la prevención. Operativo de extinción A pesar de los esfuerzos preventivos, los incendios están presentes a lo largo de todo el año. El operativo de extinción se pone en marcha cuando se detecta fuego en el monte. Si una cuadrilla forestal está cerca del mismo, se hará responsable de apagarlo pero si no fuera posible avisará por radio para que acudan refuerzos. De esta forma se pone en marcha INFOCAL (Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León), que se encargará de articular de forma organizada los medios materiales y humanos que deben acudir a la zona. Los primeros en llegar suelen ser las cuadrillas helitransportadas y, en función de las características del incendio, el centro de coordinación correspondiente (Puesto de Mando Avanzado, Centro Provincial de Mando o Centro Autonómico de Mando) asignará los medios que considere necesarios. Se dispone de puestos de vigilancia, autobombas, retenes de maquinaria (bulldozer), cuadrillas terrestres y helitransportadas, medios aéreos (helicópteros, aviones anfibios y de carga en tierra) y dos Unidades Móviles de Meteorología y Transmisiones (UMMT), que facilitan la labor y coordinación de los medios de extinción. Durante este año, 4.088 profesionales desarrollan su trabajo para proteger los bosques de Castilla y León. Trabajadores forestales, preparados físicamente y acostumbrados a manejarse en terrenos abruptos y en muchas ocasiones con poca visibilidad. Junto a ellos, los agentes forestales, que al ser conocedores del terreno pueden dirigir a las cuadrillas, especialmente de noche, que es cuando puede atacarse un gran incendio. Todo el personal que interviene en un incendio forestal recibe un equipo de protección individual que cumple con la legislación vigente en materia de seguridad laboral y está compuesto de casco, mascarilla, gafas, ropa ignífuga y cubre-nucas, botas, guantes, cinturón, cantimplora, linterna, botiquín y protector auditivo.