Zapatero incumple la promesa de incrementar en un 25% la inversión en I+D
El Gobierno destina al área militar el 30% del gasto en investigación
España se mantiene como el segundo país que más invierte en innovación no civil
Las primeras cuentas del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha caído con cierto desánimo entre la comunidad científica, las universidades y las oenegés. El proyecto de presupuestos para el 2005 man-tiene como prioridad de gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) las partidas vinculadas directamente al área militar. Zapatero había prometido un incremento del 25% para la inversión científica, pero el au-mento real apenas es del 6%. En principio, los números reflejan que casi uno de cada tres euros que se destinen a investigación irán a parar a innovación ligada a proyectos del Ministerio de Defensa. Supone, de partida, el 27% de los programas de I+D para el próximo ejercicio, con algo más de 1.330 millones de euros. Pero esa cantidad puede aumentar, llegando hasta el 33% del total, si van hacia ese fin algunos préstamos de la Dirección General de Desarrollo Industrial (correspondiente a partidas del Ministerio de Industria sin especificar), como temen las organizaciones científicas. Y es que los anticipos económicos se destinan a trece programas, nueve de los cuales son, efectivamente, militares. Esos números los ha puesto de manifiesto la Fundació Per la Pau y la campaña No a la Investigación Militar, en la que participan alrededor de 40 colectivos entre oenegés, universidades y coordinadoras pacifistas. La comparativa con otros fines es abrumadora: es casi seis veces más que lo que se destinará a investigación sanitaria. De hecho, la suma de las grandes partidas en investigación (científica, la propia sanitaria, agraria, oceanográfica, en astronomía y educación) apenas suma 860 millones de euros. Es decir, apenas un 64% de todo lo que se va a destinar sólo a programas de defensa. Un ejemplo: cinco empresas dedicadas a la innovación para la defensa reciben el doble de inversión que el CSIC o que todas las universidades públicas españolas. Para estos últimos queda repartirse el 9,9% de la partida en I+D. Continuismo España, con esos números, seguirá encabezando la lista de países que más dinero destinan a la investigación militar. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sólo la Administración Bush ha seguido una política de mayor inversión por habitante en planes bélicos. España es donde más ha creci-do esa partida desde el año 1995. Esos fines y prioridades suponen un continuismo con la política que en los últimos ocho años había seguido el Gobierno de Aznar y que le valió la reprobación de numerosos colectivos. La decepción entre científicos, universidades y organizaciones pacifistas es, de esta forma, doble. Recuerda la propia fundación catalana que el programa del PSOE reflejaba un incremento anual de un 25% en los fondos públicos para investigación, pero se incumple en la primera oportunidad. Los científicos lamentan ese balance . Onegés y grupos pacifistas también han mostrado su disconformidad con dichas partidas tras los anuncios previos del Partido Socialista.