El tabaquismo se concentra entre los menos preparados y de peor renta
El hábito de fumar, que alcanza en los Estados miembros de la Unión Europea la amplitud de una «epidemia», se concentra en las clases sociales menos preparadas y en los individuos que disponen de una renta más modesta, según los resultados presentados ayer por expertos en el Parlamento Europeo. «Las malas condiciones socioeconómicas influyen en el tabaquismo a lo largo de toda la vida de un individuo, y ello, a través de un amplio abanico de factores», explicó el profesor de la Universidad de Rotterdam, Anton Kunst. Así, señaló que en la adolescencia, las personas con menor nivel educativo tienen más posibilidades de hacerse fumadores y convertirse en dependientes, y en la edad adulta, hombres y mujeres menos formados, cuyos ingresos son más bajos y que dependen de los servicios sociales, tienen más posibilidades de continuar fumando o recaer. Según sus estudios, «en el caso de los hombres, la práctica del tabaquismo afecta a los grupos socioeconómicos más inferiores en todos los Estados miembros de la UE», mientras que en las mujeres, «el factor a tener en cuenta es la edad, ya que la mayoría de las consumidoras son adolescentes». Kunst destacó por ello la necesidad de una acción a nivel local, nacional e internacional por parte de los dirigentes políticos que tenga en cuenta estas diferencias sociales. «Los efectos de medidas antitabaco tradicionales pueden ser acentuadas relacionándolas con políticas dirigidas a mejorar las condiciones de vida y los recursos». Señaló que las personas que comienzan a fumar durante la adolescencia tienen mayores problemas para dejar su dependencia en la madurez.