En Castilla y León hay más de tres millones de hectáreas arboladas

Afirmar que Castilla y León es una tierra pelada y esteparia carece de fundamento. Aunque en algunas zonas no es posible encontrar un árbol en muchos kilómetros, hay tres millones de hectáreas arboladas. A pesar de que el paisaje vegetal es muy diferente del que conocieron nuestros antepasados, podemos presumir de conservar un buen número de especies arbóreas, algunas de las cuales se reúnen formando masas forestales. Las frondosas (encina, roble, haya, castaño, especies de ribera) ocupan el 51% del total; las coníferas (pinos y sabinas) el 33% y el 16% restante son mezcla de ambas. Sin embargo, el desarrollo está provocando cambios en la vegetación, lo que dará lugar (si antes no se pone remedio), a un paisaje distinto en el que los bosques queden reducidos a zonas muy concretas, como ya ha ocurrido en otros lugares. Frondosas Encina o Carrasca ( Quercus rotundifolia ). Es un árbol achaparrado (hasta 25 metros de altura y 1.000 años de vida), de tronco derecho o poco torcido, con la corteza pardusca y resquebrajada en grietas superficiales. Las hojas permanecen varios años en el árbol por lo que siempre se mantiene verde. Las bellotas sirven de alimento a los cerdos y la madera se usa en carpintería, como combustible y para hacer carbón vegetal. Quejigo ( Quercus faginea ). De porte parecido, aunque con follaje menos denso, puede alcanzar los 20 metros Las hojas, con dientes poco profundos, son de color verde lustroso. Antes se empleaba para hacer vigas pero como ahora los ejemplares son de pequeño tamaño se usan como leña. Aparece en toda la meseta pero prefiere suelos más húmedos y profundos que la encina. Roble Melojo o Rebollo ( Quercus pyrenaica ). No suele llegar a los 20 metros. Aunque las hojas son caducas, permanecen en el árbol durante el invierno. Suele presentar porte arbustivo siendo utilizado para aprovechar su excelente madera. Forma extensos bosques sustituyendo a la encina en las laderas montañosas, entre 1.000 y 1.600 metros de altitud. Roble albar ( Quercus rosacea ). Su copa es redondeada con la corteza de gris o parda y hojas caducas. Puede llegar hasta 35 metros y su fruto sirve para alimentar al ganado. Su madera se usa en carpintería y la corteza para curtir pieles. Se localiza en la Cordillera Cantábrica, especialmente en la parte occidental. Haya ( Fagus sylvatica ). De hoja caduca, alcanza hasta 40 metros. Su copa es ancha y tupida y la corteza de color ceniza o blancuzco. La madera se utiliza para fabricar muebles. Crece en la franja septentrional, en laderas y valles de clima atlántico, sobre suelos frescos y profundos. Castaño ( Castanea sativa ). De corteza agrietada, raíces profundas, copa voluminosa y hoja caduca, puede llegar a 30 metros. Es apreciado por su fruto y la madera se emplea en la fabricación de muebles y en construcciones al aire libre, por su resistencia a la humedad. Crece sobre suelos ácidos en lugares de veranos cálidos y no muy secos. Especies de ribera Chopo ( Populus nigra ). Es un árbol esbelto (hasta 25 metros), que aparece junto a los ríos mezclado con el sauce aunque se le puede localizar lejos de ellos, en terrenos frescos con agua cerca de la superficie y abundante sol. Se utiliza como especie ornamental y uso industrial. Sauce ( Salix sp. ). Hay varias especies que dan lugar a formaciones arbustivas entre los ríos y las alisedas o las choperas. El sauce blanco tiene el tronco recto (15-25 metros), cuyas hojas, ramas y yemas se cubren al nacer de un fino vello que da a la planta un aspecto blanco-plateado. Aliso ( Alnus glutinosa ). De hoja caduca y copa redondeada, alcanza unos 25 metros y hasta 1 de diámetro. Las alisedas aparecen a lo largo de los ríos, unidas en muchas ocasiones a choperas. Fresno ( Fraxinus sp. ). Es un árbol caducifolio cuyas especies alcanzan de 20 a 40 metros. Las fresnedas están formadas por el fresno de hoja estrecha y por el excelso. El primero aparece aislado en zonas de ribera y terreno húmedo siendo su madera usada en carpintería. El segundo, alcanza mayor altura y se localiza en la Cordillera Cantábrica. Coníferas Pino ( Pinus sp. ). Aunque abundan los pinares, en su mayor parte son de repoblación, siendo escasos los bosques naturales como el pinar de Lillo. Se aprovecha la resina y los piñones, sin olvidar la madera usada en carpintería, construcción e industria. Sabina albar ( Juniperus thurifera ). Su crecimiento es lento y puede alcanzar 12 metros de alto y 1 de diámetro. Prefiere los suelos ricos en cal y suele mezclarse con encinas y pinos. En Burgos, Segovia y Soria se conservan sabinares puros siendo el de Calatañazor el más conocido.