NORMATIVA BARCELONA ASIA BÉLGICA ESPAÑA CARDIOLOGÍA | Informe | El universo de los aromas | LINDA B. BUCK RICHARD AXEL VISIÓN DE FUTURO CÓMO Y POR QUÉ
Perros y gatos deberán tener pasaporte para viajar por la UE Descubierto un reptil que vivió hace 230 millones de añosUn medicamento paraprevenir la malaria, curala neumonía asiática Un premio Nobel que huele bien Cada una de las células percibe un solo o
Las investigaciones sobre el enigmático sentido del olfato les ha valido este prestigi
La normativa entró en vigor el pasado 1 de octubre y en el documento deberán constar los datos del dueño así como nombre, raza, fecha de nacimiento, datos del microchip del animal y una foto del mismo. Además, el veterinario incluirá el examen clínico, la vacunación antirrábica, el test serológico antirrábico y el tratamiento contra garrapatas y equinococos. La competencia para proporcionar los pasaportes a las clínicas veterinarias corresponde a las Comunidades Autónomas y podrán incluir información, además de en español e inglés, que son obligatorios, en su lengua oficial autonómica. El precio del documento es de unos 12 euros. | dl Científicos de EEUU y China han encontrado restos de una especie desconocida de reptil marino que vivió en aguas asiáticas hace 230 millones de años. Bautizado con el nombre de Dinocephalosaurus orientalis , tenía un cuello cercano a los 2 metros, casi el doble que el cuerpo, y era un cazador sigiloso que atacaba a sus presas en el agua. | dl Un grupo de virólogos belgas ha descubierto que la «cloriquina», un medicamento barato utilizado para prevenir la malaria, es capaz de destruir en un tubo de ensayo el virus causante de la neumonía asiática. Según los científicos podría ser utilizado como prevención para quienes viven o viajan a lugares donde existe la enfermedad. | dl Inaugurado el museo de ciencia más moderno de Europa Ha costado cuatro años de trabajo, 100 millones de euros, ocupa una superficie de 50.000 metros cuadrados y espera recibir 800.000 visitas al año. El recorrido se inicia con una exposición con los fósiles de seis esqueletos de dinosaurios considerados como los mejor conservados del mundo. Entre sus atractivos destaca el bosque inundado, en el que se recrea un ecosistema amazónico en un invernadero en el que hay especies de flora y fauna representativas de la zona como pirañas y cocodrilos; un «muro geológico», que ayuda a interpretar la geología del mundo, y una exposición que recorre la historia de la materia: inerte, viva, inteligente y civilizada. | dl Entre los países de la UE que más cocaína consumen Así lo ha anunciado en el Senado la ministra de Sanidad, Elena Salgado, destacando que las cifras de consumo son muy parecidas a las de Estados Unidos. Afirmó además, que es necesario revisar con rigor esta situación porque España se sitúa con Alemania y Reino Unido entre los tres países con mayor proporción de consumidores de cannabis, la droga ilegal más consumida. Según los datos que maneja el Plan Nacional sobre Drogas, el consumo se ha duplicado en la última década, y sólo en el último año el 36% de los jóvenes entre 14 y 18 años ha consumido cannabis. | dl Relación entre tamaño del corazón y muerte súbita Según se recoge en un estudio elaborado por el Instituto de Medicina Legal de Cataluña y el Hospital San Pablo de Barcelona, tener el corazón más grande de lo normal, y no los infartos, se convierte para los adultos en la causa más frecuente de muerte súbita de origen cardíaco. | dl Hasta la época de los griegos clásicos no se conocía apenas nada del órgano del olfato, pero uno de estos pensadores (Demócrito de Abdera, 460-350 a. C.) fue el que explicó que los hombres huelen cosas por efecto de átomos de tamaños, formas y texturas diferentes que en la nariz provocaban sensaciones olfativas características. Aristóteles (383-322 a. C.) pensaba que el órgano del olfato se estimulaba por efecto de que se calentara más o menos y Galeno (131-201 d. C.) creía que los olores penetraban literalmente en el bulbo olfativo y llegaban hasta las cavidades del cerebro. En 1890 fue precisamente Ramón y Cajal quien desveló los nervios y las principales conexiones que conducían las sensaciones desde los cilios olfativos a través del bulbo hasta la parte correspondiente del cerebro. Pero en la historia de este sentido quedaban dos grandes cuestiones sin resolver: ¿Cómo estimulaban las moléculas olorosas las células sensoriales de la membrana olfativa para dar lugar a una característica sensación olfativa y cómo se transmite ese estímulo hasta el centro olfativo del cerebro para que allí se reinterprete como un determinado olor? De la nariz al cerebro En la parte más alta de la cavidad nasal está la mucosa olfativa, una zona más pequeña que un sello de correos ligeramente pigmentada de color gris amarillento. En esta mucosa, cubierta por una secreción viscosa, se encuentran las células olfativas de las que puede haber unos diez millones en cada persona. Estas células presentan unos cilios, unas proyecciones hacia el exterior, en número de cinco por célula, que pueden ser considerados realmente como proyecciones del cerebro en contacto directo con el mundo exterior. Sorprendentemente para lo que conocemos del sistema nervioso, estas células receptoras -nerviosas- se renuevan constantemente (su vida viene a ser de un mes). Las moléculas olorosas volátiles son las que estimulan las células receptoras de la mucosa olfatoria. Este hecho da lugar a otra sorpresa, ya que a diferencia de otros sentidos que se basan en la energía (el oído o la vista) y cuyos elementos estimuladores no tienen masa, el olfato se «fatiga». Es decir, después de un primer choque olfativo dejamos de percibir ese olor ya que las moléculas reales que lo estimulan han sobrecargado los receptores y estos dejan de ser sensibles a ese estímulo. Esto ocurre cuando nos echamos colonia. En primer instante la percibimos, pero al poco tiempo dejamos de olerla. Esto no significa que ya no dé olor sino que «nosotros no la olemos». Nació el 29 de enero de 1947 en Seattle. Trabaja en la división de Ciencias Básicas del Centro de Investigación Oncológica Fred Hutchinson (Seattle). Además ha sido miembro del Departamento de Neurobiología de la Escuela Médica Harvard (Boston) y del Instituto Médico Howard Hughes. Buck descubrió los genes que codifican los receptores olfativos y demostró que cada neurona olfativa expresa un solo receptor, es decir, es responsable de la percepción de un olor. Su trabajo sobre la lógica del olor recibió el premio Takasago (1992) y el R.H. Wright (1996). Ha sido reconocida, asimismo, con el premio Lewis S. Rosenstiel (1997) por el trabajo distinguido en el campo de la investigación médica básica Nació el 2 de julio de 1946 en Nueva York. Trabaja actualmente en el Instituto Médico Howard Hughes y en la Universidad de Columbia. Investiga cómo se representa la información sensorial en el cerebro. Fue premiado por la Academia de las Ciencias de Nueva York en en el año 1984 y posee también el premio a la Excelencia en Ciencia y Tecnología de la ciudad de Nueva York (1997) así como la medalla de la Academia de Medicina de Nueva York por su contribución a las Ciencias Biomédicas. Junto con la doctora Linda Buck obtuvo el galardón Unilever Science (1996) y el premio de neurociencia Perl/UNC (2003). Ahora, ambos, el Premio Nobel. Santiago Ramón y Cajal, un científico ejemplar y referencia para las generaciones veenideras, asombró al mundo con sus magníficos estudios sobre la estructura y función de las células nerviosas. Este hecho, el concebir la neurona como unidad morfológica y funcional del sistema nervioso le valió el premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1906 junto al italiano Camillo Golgi. Cajal también describió a finales del siglo XIX los nervios y las conexiones desde los cilios de las células olfativas hasta el cerebro. En un examen de anatomía Ramón y Cajal escribió que quería «colaborar en el gran mundo de la investigación científica que esperaba podría traer alguna medida de gloria a mi triste país». También a él se le atribuye una clarificadora frase del estado de la ciencia en España: «Al carro de la cultura española le falta la rueda de la Ciencia». Las investigaciones previas sugerían que debe de haber cilios específicos para determinados olores pero todavía se siguen desconociendo muchos aspectos de este sentido. A mediados del pasado siglo muchos científicos pensaron que el mecanismo de la olfacción tenía que ver con la depolarización y el fenómeno de intercambio de iones que ocurren en todos los nervios. En 1953, J. T. Davies propuso que cuando una molécula olfativa aterrizaba sobre la superficie de una célula receptora las moléculas de grasa de dicha célula se unían a la molécula olfativa y la arrastraban al interior de la célula a través de su membrana. Posteriormente, se sugirió que la forma de las moléculas olfativas a nivel molecular era la responsable de la respuesta olfativa a causa de la estimulación por contacto de los cilios de las células receptoras. De todas las teorías que trataban de explicar porqué huelen los olores ésta última, en la que se implica lo que se conoce como la estereoquímica (la forma molecular) parecía la más plausible. Este año el premio Nobel de medicina ha recaído en dos científicos estadounidenses, Richard Axel, del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad de Columbia, en Nueva York, y Linda Buck, del Centro de Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, por sus trabajos sobre los receptores olfativos y la organización del sistema olfativo. Sten Grillner, experto del instituto Karolinska y encargado de anunciar el premio, ha explicado que el descubrimiento de una gran familia de genes de «los receptores olfativos» ha ayudado a comprender cómo los humanos «pueden experimentar conscientemente el olor de la flor de la lila en primavera y recordar la memoria olfativa en otras ocasiones», Estos dos científicos estadounidenses descubrieron la existencia de unos 1.000 genes que determinan la existencia de receptores olfativos, que son capaces de reconocer y memorizar las 10.000 sustancias odoríferas que se conocen. Las investigaciones de Richard Axel y Linda Buck han sido capaces de descifrar algo más de uno de los sentidos más enigmáticos. En 1991 publicaron un trabajo conjunto en donde describían una familia de miles de genes de los receptores olfativos. Demostraron que el 3% de los genes codifican los diferentes receptores olfativos de la membrana y las células olfativas receptoras. Desde esa famosa publicación, los dos científicos han continuado trabajando de forma independiente en diversos estudios que han avanzado en el conocimiento de la estructura celular y molecular de este sentido. Así, por ejemplo, descubrieron que las feromonas, que son unas moléculas que pueden influir en diversos comportamientos sociales, son detectadas por dos variedades de la familia de receptores olfativos más numerosa, los receptores dobles de la proteína G.