¿Deporte o circo?

UN DIRIGENTE político en viaje oficial, pagado con dinero de los contribuyentes, deja sin avisar la comitiva y se traslada a otro país para llegar antes que nadie, para ser el primero en aplaudir al equipo de hockey sobre patines de Cataluña que disputa el Mundial B. Artur Mas, secretario general de Convergencia y Unión. Un listo, «ha sido fantástico», grita a los cuatro vientos otro político que se hace la foto con el equipo detrás de una bandera independentista y evitando a su socio, el presidente de la Generalitat. Es el mismo que quiso hacerse la foto con ETA en Francia, José Luis Carod Rovira. Alguien a quien yo no le compraría nunca un coche usado por él. (Uno de los jugadores del equipo catalán grita: «Carod, president». Y el mundo entero aplaude). Un socialista, presidente de la Generalitat, que también acude a Macao a ver ganar a su selección de hockey y que cuando le preguntan si Cataluña es España, responde: «Cataluña es Cataluña». Y añade: «si nos enfrentamos habrá enfados, porque es posible que les ganemos». Pascual Maragall. El líder que sostiene a Zapatero. Un ministro -uno de los que parecía sensato- felicita a la selección catalana y dice que es una buena noticia para Cataluña que merece una felicitación. José Montilla. Tal vez sean los efectos nocivos de la deslocalización política -el traslado- de Barcelona a Madrid. Un secretario de Estado del Gobierno español, el de Deportes, silencioso, mudo, desaparecido en combate. Jaime Lissavetzki. La selección catalana de hockey sobre patines ha competido oficialmente en el Mundial B y ha ganado ante unos cientos de espectadores. Tendrá derecho a participar en el Mundial A contra España si la Federación Internacional de la especialidad, que preside otro catalán, así lo aprueba en una reunión que se celebrará el 26 de noviembre. Yo no tengo inconveniente de que así sea. Y que, a continuación, el Barcelona de fútbol, balonmano, hockey y baloncesto y el Español abandonen las competiciones españolas y pasen a jugar la Superliga catalana, con el Lleida, el Olot, el Vich y el Nastic, con todos mis respetos. ¡Visca Ronaldinho independent! El futuro está ahí. Y, seguramente, Zapatero, también está de acuerdo. ¿O no? ¿Deporte o circo? ¡Vaya tropa!