«Mi padre me ha matado con un cuchillo y estoy muerto»

Un niño de tan sólo ocho años llamó al servicio de urgencias de Tacoma, al noroeste de EE.UU., para pedir ayuda con total frialdad, instantes después de que su padre le acuchillara gravemente y matase a su madre con la misma arma. «Mi padre me ha matado con un cuchillo de carnicero», dijo el menor a uno de los operadores del teléfono 911, el servicio de emergencias en EE.UU. Tras describir con sorprendente calma el trágico episodio ocurrido el pasado día 22 en su casa de Tacoma, en el estado de Washington, el pequeño insistió a su interlocutor: «mi padre me ha matado con un cuchillo y estoy muerto». «Podrían enviar soldados o una ambulancia», prosiguió antes de facilitar una dirección errónea al operador y colgar el teléfono. Un segundo operador llamó inmediatamente al número que utilizó el niño y le mantuvo en la línea mientras se realizaba una desesperada búsqueda para localizar su casa y acudir en su ayuda. Las autoridades han difundido la grabación de la llamada días después de ocurrir, y en ella se puede comprobar el valor y la increíble calma de Anthony Suktos, impropia de cualquier persona que haya vivido una experiencia similar y menos aún de un niño. «Estaba sumamente tranquilo», según una de las operadoras que habló con él, quien subrayó que «no tuvo una respuesta típica de alguien que es testigo» de lo que pasó o del ataque de que fue objeto. Mientras le hablaba para mantenerle en línea y para que los agentes policiales pudiesen localizar su dirección, el niño dijo dos veces que estaba muerto. Cuando la operadora le preguntó «¿cómo es posible si estás hablando conmigo?», Anthony dijo «no sé que pasó, pero ocurrió algo». «Me desperté. Mi padre estaba matando a mi madre y entonces mi, mi, mi padre me dijo que me pasara a la otra cama», precisó. Después, añadió, «me dijo: tú eres el próximo y me mató. Todavía estoy vivo», prosiguió. También le preguntó si estaba solo y su respuesta fue: «No. Mi madre ya está muerta y yo soy el único superviviente». La espeluznante conversación terminó ahí, cuando las autoridades encontraron el lugar del suceso y al padre del niño, Tony Sukto, de 36 años, quien ha sido acusado del asesinato de su esposa y del intento de asesinato de su hijo. El niño tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por varios desgarros en el hígado y, actualmente, se encuentra en fase de recuperación.