Querido George
Querido George: Espero que al recibo de esta ca rta, estés bien; yo bien, gracias. No he querido dejar pasar más tiempo sin felicitarte por tu victoria en las elecciones -pobre Kerry, ya se veía venir- y ofrecerte la leal cooperación de España como aliados que somos. Ya sabrás que la noche de las elecciones envié a Pepe Bono y a Trini Jiménez a la fiesta que celebraba tu embajada en la capital de España como muestra de buena voluntad y deseo de cooperación. Faltaría más. Yo estuve con todos mis colaboradores -les pedí que vinieran a La Moncloa para celebrarlo- chequeando por todos los rincones de Internet a ver si encontraba atisbos de victoria de Kerry (perdón, quería decir derrota). A las cinco de la madrugada, hora española, convencido de que la suerte estaba echada me fui a la cama. Te confieso que dormí poco y no muy bien pensando en los problemas que se te vienen encima en estos cuatro años. Por eso quería decirte que estés tranquilo: contarás con un aliado leal y sincero. Como siempre. Es posible que hayas leído las declaraciones de Moratinos de que «desde que llegamos al poder hemos tratado de tener las mejores relaciones y, de hecho, las tenemos». Es una transcripción fiel de lo que yo le dije que dijera. También quería que olvidaras eso de que «Bush ha sido derrotado» que se le escapó a Diego López Garrido en la efervescencia de la noche. No es cierto que estuviera brindando por tu derrota. Es que tenía sed. Por la mañana Pepe (Bono) lo aclaró: «para nosotros la alianza y la amistad con Estados Unidos es prioritaria». Por supuesto. Si algo te ha molestado, discúlpanos. Aquí, los ánimos estaban un poco exacerbados y, tal vez, alguno de los nuestros se ha pasado un poco. Fíjate cómo serían las cosas que una emisora, bastante cercana a mí, llegó a decir en el resumen de prensa que «diez de cada nueve negros votaron por Kerry» y que otro periódico, también amigo, puso a Kerry en portada ¡Como si hubiera tenido posibilidades de ganar! Yo creo que lo hizo para destacar más tu victoria. Te llamaré para vernos en la Casa Blanca cuando quieras. Puedo hacer un hueco en mi agenda si tienes prisa. Por cierto, si te interesa que nombre embajador en Estados Unidos a Josemari, dímelo. Veré lo que puedo hacer. Un abrazo. José Luis.