Un día clave para dos castillos

El destino de los castillos de Ponferrada y Cornatel, tantas veces entrelazado por luchas dinásticas y revueltas de campesinos, volverá a estar ligado este mes por una fecha. Y será una buena nueva la que los una esta vez. Ambos castillos serán el centro de la reunión monográfica convocada el próximo día 16 en la capital berciana para que los técnicos de la Comisión Territorial de Patrimonio den su visto bueno a sus respectivos proyectos de restauración. La cifra de dinero no es nada desdeñable. Se trata de decidir sobre inversiones de cerca de 11 millones de euros, si finalmente se incluye en el orden del día la rehabilitación de las calles del casco antiguo que conforman el entorno de la fortaleza ponferradina. Una vez obtenida la aprobación de los técnicos, serán los políticos quienes ratifiquen su dictamen el día 26, esta vez en León. Ponferrada llevaba dos años esperando a que el Banco Europeo de Inversiones pusiera a disposición de las administraciones españolas los 9,6 millones de euros que costará la nueva fase en las obras de restauración del castillo de Ponferrada (en torno a seis millones de euros) y de sus calles próximas (unos tres millones y medio, en principio). El dinero servirá para poner en valor al menos cuatro de los torreones con los que cuenta el recinto amurallado -Monclín, Cabrera, Malvecino y Malpica- y la zona palacial, donde podría habilitarse una sala para dar mayor solemnidad a actos institucionales. Los planes que el Ayuntamiento trazó para el castillo hace ya dos años también incluían la apertura de un museo en la torre del Monclín, la de mayor capacidad y situada en la esquina más próxima al puente García Ojeda. Calles como la de Enrique Gil y Carrasco, Aceiteras, Guerra, Augusto González, Jardines, Carnicerías y el entorno de Paraisín, también se beneficiarán de la inversión. En cuanto a Cornatel, los técnicos dictaminarán sobre el plan de restauración de 1,2 millones de euros elaborado por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, organismo integrado por la Junta y las cajas de ahorro regionales. Las dos fortalezas, que tienen en Fernando Cobos al arquitecto de su restauración, no sólo están unidas por la fecha en la que se definirá su futuro inmediato. Comparten episodios históricos y, según se ha descubierto este verano con las excavaciones arqueológicas emprendidas en Cornatel, un remoto origen templario. Y es que el dinero, cuando llega, es capaz de hacer hablar a las piedras.